Las polémicas oposiciones a bombero de la Diputación Provincial de Zaragoza provocaron ayer un rifirrafe en el pleno de las Cortes entre el diputado de Podemos Andoni Corrales y el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, seguido desde la tribuna por una veintena de afectados. Todo fue con motivo de una interpelación sobre la política general en materia de regulación y coordinación de los servicios de prevención, extinción de incendios y salvamento de Aragón en la que Corrales se centró en esas oposiciones, que consideró una «cacicada», con 20 aprobados entre más de 500 opositores a 30 plazas, dijo Corrales, quien exigió a Guillén responsabilidades políticas y técnicas.

Las leyes, en este caso la de regulación de los servicios de prevención, extinción de incendios y salvamento, están para cumplirlas y no para «interpretarlas a su antojo», aseveró Corrales, quien consideró que el servicio es precario por falta de profesionales.

Esos problemas, para el diputado, solo se solventan convocando oposiciones que permitan el acceso a los nuevos bomberos y el proceso, a su juicio «vergonzoso», llevado a cabo en la DPZ lo tendría que haber convocado el Gobierno como dice la ley, remarcó. Precisó que para 30 plazas se presentaron casi 500 opositores que llevaban años «dejándose la piel», pero no todo el temario era público, los exámenes llegaron en cajas sin precintar y por el número de preguntas, 21 de ellas fuera de temario y muchas sacadas de una oposición en Navarra que en su día se invalidaron, era imposible terminarlo en el tiempo fijado.

Corrales también dijo que una persona escribió ante notario el nombre de ocho personas que aprobarían y acertó en seis.

Guillén mostró su sorpresa por esta intervención, centrada en esa oposición y no en la política general en materia de extinción de incendios. Tachó a Corrales de «ignorante jurídico» por desconocer una ley, que en ningún caso establece que sea él quien tiene que convocar oposiciones de otras instituciones, que además le pide que cumpla cuando Podemos se la quiere «cargar». El consejero admitió que posiblemente esos opositores reivindican «con razón», pero advirtió a Corrales de que no se trata de «testosterona», y le acusó querer hacer de ellos una utilización política.

Corrales fue advertido en dos ocasiones por el socialista Florencio García Madrigal, que ejercía en ese momento la presidencia de la Cámara.