Eligió gran día la Rinconada de Lorenzo en Zaragoza. Rodeados de amigos, como siempre, celebraban a la par su 45 aniversario (ahí es nada) y su reinauguración. Se llenó la rinconada y su terraza. Brindis con el jefe de la casa y con el equipo que pone el alma en este negocio familiar. Y a las enhorabuenas se sumaron muchos, desde compañeros de hostelería, como Emilio Lacambra (de Casa Emilio, claro), al gerente de este diario, Juanjo Espligares, pasando por Joaquín Carbó, arquitecto que se ha encargado de la remodelación...

El lugar presentaba ese día hasta su menú de reinauguración, con algunos platos insignia de la casa y delicias para chuparse los dedos, desde las migas con uva y jamón a la alcachofa rellena, pasando por el timbal de huevos rotos y madejitas o el ternasco, que también es santo y seña en el lugar. Y, sobre todo, con el carácter que ha tenido esta rinconada que fundaron Lorenzo Navascués, afamado campeón de jotas, y su mujer, Mari Cruz Badía (Macu), y que después asumieron Javier y Óscar Navascués, con sus mujeres, Elisa y Belén... Ahora se ha incorporado Eli Navascués, tercera generación. Negocio familiar con cuerda para rato. Y que siga...