El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) presentó este jueves el borrador del anteproyecto de reforma de la Policía Local como un ambicioso plan para acercar a los agentes a los ciudadanos, mostrar una imagen más social y amistosa del Cuerpo y, en definitiva, comunitaria. Para ello, propone una prueba piloto muy sencilla: crear un equipo compuesto por un mando y dos turnos de dos parejas policiales. Con esta descripción, todo apunta a que vuelve a la capital aragonesa la conocida como Policía de Barrio, pero del siglo XXI, sin embargo, desde ZeC niegan que se vaya a implantar el mismo modelo que diseñó el PP.

Hace 21 años, con el PP en la alcaldía, 36 agentes comenzaron a patrullar a pie por el barrio Delicias. Exactamente lo mismo que pretende impulsar ZeC con su reforma. Sin embargo, la terminología que utilizan es distinta.

Entonces, en 1996, se llamó Policía de Barrio. El nombre era sencillo de entender: tenían asignados barrios y paseaban por las calles con el objetivo de mantener el orden y ayudar, siempre que fuera necesario. Ahora, en 2017, no tiene un nombre claro. «Ni de lejos es como la Policía de Barrio de Rudi», aseguró ayer el portavoz del Gobierno de ZeC, Fernando Rivarés. «El proyecto va en relación a conseguir un modelo más próximo. No tiene nada que ver», declaró.

DIFERENCIAS / Desde la concejalía delegada de la Policía Local explicaron que este nuevo modelo combina diferentes acercamientos en la táctica y abre la política pública de seguridad mediante la combinación de estrategias de proximidad, transparencia y medidas garantistas a través de la modernización. Además, contará con la asistencia de la Unidad de Apoyo Operativo (Uapo), que en los 90 no existía. Preparados y formados para otro tipo de intervenciones, vestirán el mismo traje que el resto de policías locales, aunque el salario será diferente. Así, la unidad realizará también labores de «prevención y proximidad». Entre los objetivos de ZeC está incluir un refuerzo de sectores, un trabajo coordinado con los agentes sociales de la zona, formación o protocolos acordes a nuevos paradigmas. Para ello, en septiembre se prevé impartir cursos específicos.

En 1996 también se impartió formación especializada en «relaciones humanas y patologías forenses». Además, los agentes estudiaron situaciones relativas a «minorías étnicas, menores, servicios sociales y psicología2. La idea era que también sirvieran de enlace cercano a los servicios municipales.

Bien es cierto, que la Policía de Barrio de los 90 empezó con patrullas de un único agente, algo que generó críticas, muchos problemas y tuvo que ser replanteado.