Hay buscadores de internet que responden a nuestras preguntas o robots que, en sustitución de astronautas, exploran la superficie de Marte. Eso es inteligencia artificial. Y de ello sabe mucho Ramón López de Mántaras, director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC, que ayer esbozó los progresos y desafíos de este área en un desayuno informativo que organizó el Foro ADEA en Zaragoza.

"En el futuro serán los cuidadores de personas mayores, nuestros doctores y cirujanos, guardias de seguridad, compañeros, policías de tráfico e, incluso, soldados de un ejército profesional. Estoy convencido de que llegarán los robots que hagan las tareas de casa, a largo plazo, pero llegarán", explica López.

En su cabeza esgrime ahora las líneas para desarrollar robots humanoides que aprenden interactuando con el entorno. "Si le pones un juguete con ruedas atado a una cuerda, el robot, experimentando, se tiene que dar cuenta de que, para acercar el objeto, tiene que estirar la cuerda y no empujarla. Los seres humanos tenemos ese sentido común para hacerlo, los robots no, tienen que aprenderlo", cuenta.

López de Mántaras valora el "altísimo" nivel de España en el ránking europeo sobre inteligencia artificial y, en concreto, de Zaragoza, "donde hay equipos de robótica de gran valor internacional", pero añade que la falta de recursos ha hecho mucho daño a esta especialidad.

Fuga de cerebros

"Actualmente, los proyectos financiados por el Gobierno de España son de cifras muy bajas, irrisorias. Para competir hay que salir fuera, pero cada uno tiene que cuidar su propio jardín", dice. En ese jardín del que habla el investigador residen miles de jóvenes investigadores que han tenido que salir de España para trabajar. "Se van a jardines ajenos, pero deberían tener la opción de poder regresar a casa si quieren y tienen ganas. El triste problema es que hay una generación muy grande, con potencia, que está fuera y posiblemente no vamos a recuperar", añade López de Mántaras.

El director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC hace hincapié en la importancia de la figura de los ingenieros y de los tecnólogos. "Son los que están cambiando el mundo. Hay que apostar por ellos y por la formación universitaria en estas especialidades. No hay que permitir que las mentes más brillantes que tenemos se marchen. Deben quedarse para contribuir al progreso de la economía", dice.