“Espero un enjuiciamiento con todas las garantías, sin presiones y que el jurado emita su veredicto con garantías”. Ese es el deseo de Rodrigo Lanza y de su familia en relación con el asesinato del zaragozano Víctor Laínez por lucir unos tirantes con la bandera de España, y que ha sido expresado hoy por su abogado defensor, Endika Zulueta.

Este letrado vasco, que se ha desplazado a la capital aragonesa para asistir a la declaración ante la jueza del amigo de Lanza, ha señalado que personalmente “lamenta muchísimo los hechos ocurridos, no tenía que haber sucedido”. “No tiene justificación lo que pasó, pero quizás pueda tener explicaciones”, ha añadido.

Asimismo, ha querido ofrecer su “consuelo” a la familia Laínez, a la vez que ha añadido que “lo que sucedió aquella noche no tenía que haber pasado”. “Aquí hay dos familias con dos darmas; uno irresoluble, la pérdida de la vida y la otra es la pérdida de la libertad, que es el bien más preciado después de la vida, sin querer comparar”, concluyó.

DECLARACIÓN DEL TESTIGO

La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza había citado para esta mañana al único de los testigos de este crimen que todavía no había declarado en sede judicial, el amigo que acompañó a Lanza aquella noche en el bar El Tocadiscos, en el barrio zaragozano de La Magdalena. Este joven, según fuentes judiciales, ha vuelto a insistir en que la víctima esgrimió una navaja para intentar defenderse. Un arma que otras personas no vieron y que nunca apareció.

Según estas mismas fuentes, a diferencia de su declaración ante la Brigada de Información de la Policía, no dio detalles sobre la misma. Aunque en un primer momento habló de 11 centímetros de hoja, ante la jueza instructora ha afirmado que no podía precisar cómo era.

En una declaración a la que han asistido el abogado de la defensa y de las acusaciones, Juan Carlos Macarrón (en nombre de la familia de la víctima) y David Arranz (por la acusación popular que ejerce Vox), este joven ha admitido que fue él la persona que le indicó a Lanza que la víctima era de extrema derecha y que ello desembocó en el primer enfrentamiento. Hecho del que se arrepiente, según estas mismas fuentes judiciales.

Otro detalle importante durante su declaración ha sido cuando ha explicado que una vez en el suelo la víctima, Lanza se puso encima y le golpeó en varias ocasiones. Un relato que coincide con el informe final de los forenses, publicado por este diario, y en el que los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Aragón resaltan que Laínez no presentaba lesiones en las manos de defensa y que tenía fracturas en la cara que demuestran que fue agredido en el suelo.