El barrio zaragozano de Romareda se ha convertido en el gran foco de conflicto en la escolarización de cara al próximo curso. Numerosas familias han emprendido ya movilizaciones de protesta contra la planificación del Departamento de Educación y las medidas adoptadas ayer en la comisión de garantías, que confirmó la apertura de una vía más en el colegio público Doctor Azúa, que, como el resto de centros públicos de la zona -Eliseo Godoy, Cesáreo Alierta y César Augusto-, quedó abocado al sorteo tras contar con más demanda que oferta.

Esta decisión, que propició el acceso al centro de 21 niños de 3 años que inicialmente se habían quedado fuera, no fue bien acogida por las familias de niños ya escolarizados en el colegio, que, con la colaboración de la asociación de padres, emprendieron ayer una recogida de firmas contra la apertura de esta vía al considerar que el colegio no cuenta con espacio disponible para ello. En menos de media hora ya se habían recolectado 200 rúbricas. «Incrementar el número de niños no beneficia a nadie. Ocuparán más espacio, con la posibilidad de que aumente el número de conflictos, dificultando, además, la gestión de actividades, desdobles, salidas o extraescolares», expuso Pablo Martínez, presidente del AMPA.

OBRAS // Educación justificó la apertura en que en el Doctor Azúa es donde mayor cantidad de solicitudes con 7 puntos -con el domicilio a menos de un kilómetro del colegio- se habían quedado fuera «pero ese argumento es erróneo porque eso es debido a que hay 33 hermanos con plaza segura debido, precisamente, a que llevamos seis años consecutivos con tres vías, lo que aumenta la posibilidad de que entren hermanos. Antes, con dos vías, entraban 18 o 20 hermanos. Ahora, más de 30. Quizá habría que abrir esa vía en otro colegio que no tiene tantas aulas abiertas como este», añadíó Martínez.

Según pudo saber este diario, la Administración se ha comprometido a acometer obras de acondicionamiento en el centro como parte de un plan previsto para que no haya afecciones. Sin embargo, las familias tampoco confían en que estos trabajos sean la solución. «Dicen que van a habilitar la casas de conserjes como aula de psicomotricidad, pero eso no evitará la presencia de más niños en el patio y esos problemas de gestión», apuntaron desde el AMPA.

Pero la apertura de una vía en el Doctor Azúa no es el único foco de conflicto abierto en el barrio Romareda. Porque más de 30 familias que se quedarán sin plaza en ningún centro público de la zona han comenzado a movilizarse para que la Administración acometa esa misma medida en alguno de los otros tres centros. «Muchos tenemos 7 puntos y vivimos justo al lado de alguno de estos tres centros y ahora nos quedamos sin poder optar a ninguno de ellos porque todos están saturados y abocados al sorteo, así que los que nos vamos a ir somos los que vivimos allí», lamentó Marta, madre de un alumno que, a falta de confirmación oficial, se quedará fuera.

ÉXODO // Un total de 53 alumnos no accedieron a ninguno de los cuatro colegios públicos de la zona, aunque la apertura de una vía en el Azúa reduce esta cantidad a 32. «Es una medida insuficiente y así se lo vamos a hacer llegar a la Administración. Nos dicen que apostemos por la pública y, sin embargo, nos abocan a la concertada», añadió Marta.

Estas familias se han visto perjudicadas por el éxodo de alumnos que llegaron al barrio a lo largo de los últimos años procedentes de Valdespartera. La falta de plazas escolares en este barrio del sur de Zaragoza llevó al anterior Ejecutivo a abrir vías adicionales en estos centros de Romareda para acoger a estos niños. Ahora, los cuatro colegios han recuperado su oferta habitual -salvo el Doctor Azúa-. «Pero esto no es una guerra entre Valdespartera y Romareda. Ni ellos ni nosotros tenemos culpa alguna. No entendemos que la solución sea abrir una vía solo en un centro y exigimos a Educación que ponga fin a este sufrimiento», expuso.