La líder de UPyD, Rosa Díez, tiene un intenso programa de campaña para las elecciones de mayo, con actos diarios por toda la geografía española, aunque será en Madrid donde echará el resto con siete jornadas reservadas en su agenda para ayudar a que UPyD no pierda su presencia institucional.

Porque es en Madrid, con ocho diputados autonómicos y cinco concejales en el Ayuntamiento de la capital aparte de otros representantes en municipios pequeños, donde UPyD tiene más fuerza.

Madrid es el único lugar donde Rosa Díez repetirá en las dos semanas de campaña, donde abrirá y cerrará la campaña.

En la campaña visitará, entre otras ciudades, Huelva, Utrera (Sevilla), Ciudad Real, Cáceres, Burgos, Pamplona, Logroño, Asturias, Zaragoza, Murcia, Alicante, Melilla y Vigo.

Según los resultados de las elecciones de 2011, UPyD, además de entrar en la Asamblea de Madrid, consiguió un escaño en el Parlamento asturiano y 152 concejales, de los cuales cinco fueron en el Ayuntamiento de Madrid, tres en Ávila, dos en Murcia, uno en Burgos y otro en Granada.

La formación magenta estaba hace cuatro años bien posicionada para lograr representación en Murcia y en la Comunidad Valenciana, sin embargo hay otros territorios, como Canarias (donde solo logró el 1 % de los votos) o en Navarra (un 0,68 %), en los que UPyD apenas contaba con seguidores.

No obstante, la situación de UPyD no es ni mucho menos la misma que hace cuatro años porque la irrupción de Ciudadanos en el tablero electoral nacional ha cortado las esperanzas de crecimiento de UPyD, como quedó reflejado en las elecciones de Andalucía de marzo.

UPyD no solo no logró entrar en la Cámara andaluza sino que perdió más de 50.000 sufragios, mientras que su más director competidor, el partido de Albert Rivera, irrumpió con nueve escaños en su debut a nivel nacional, sin contar las europeas de hace un año.

El imprevisto de Ciudadanos desencadenó una crisis interna en UPyD que, de momento y a la espera de ver qué pasa en el congreso extraordinario del partido de julio, ha provocado una avalancha de fugas de dirigentes de UPyD y militantes hacia Ciudadanos.

Y como consecuencia de todo ello, UPyD se ha visto obligada a recortar su presupuesto para la campaña hasta los cien mil euros, una cifra diez veces menor que en las anteriores de 2011.

Con todas estas variables, más las encuestas que tiene en contra, UPyD afronta sus segundas elecciones autonómicas y municipales con las expectativas bastante mermadas.