La localidad de Rosas quiere impulsar el turismo aragonés gracias a la conexión del tren de alta velocidad entre Zaragoza y Figueras, que cubre el trayecto en dos horas y media. Con un 60% de visitantes franceses, el objetivo de la concejalía de Turismo del municipio es ahora "mirar hacia los visitantes españoles, porque nunca hemos potenciado el turismo nacional", manifestó Félix Llorenç, ayer en Zaragoza.

La localidad del Ampurdán vive del turismo de playa, pero busca ahora diversificar su oferta dando a conocer su patrimonio histórico y cultural. "Tenemos 3.000 años de historia y vestigios megalíticos, godos y romanos, por lo que queremos insistir en que no solo ofrecemos playa a nuestros visitantes", incidió Llorenç. Con la Ciutadella como monumento principal, destacan que el entorno del Cabo de Creus, el mundo de Dalí y las poblaciones medievales completarían una escapada diferente. "Al dejar el AVE en Figueras solo es necesario tomar un autobús durante media hora, con lo que se abren nuevas posibilidades para el turista aragonés", afirmó Llorenç.

Además del interés histórico y natural del enclave --que será primera etapa del Mediterráneo del Tour de Francia en vela--, en la localidad impulsan distintas citas gastronómicas y culturales para diversificar el turismo. Los próximos 27, 28 y 29 de mayo celebrarán la V edición de la Feria de la Rosa, en la que se realizan talleres, demostraciones en vivo y se engalana el municipio para celebrar su propio nombre. En junio, justo antes de comenzar la temporada alta, celebrarán el festival de la luz. Y cada mes de abril tiene lugar la ruta gastronómica de las tapas.

Durante los meses de julio y agosto, la localidad pasa de tener 30.000 vecinos a 100.000 habitantes y la oferta turística de apartamentos, hoteles y las plazas de camping suele completarse.