El hospital Royo Villanova de Zaragoza tiene una demora de diez meses para la realización de resonancias. Así lo aseguró ayer el portavoz socialista en la comisión de Sanidad, Bienestar Social y Familia, Eduardo Alonso, que denunció la "descapitalización" a la que está sometiendo "el Gobierno de Rudi y el consejero Ricardo Oliván" al hospital Royo Villanova.

Entre esos factores censurables, Alonso incluyó la reducción de plantillas, la pérdida de especialidades o de la calidad asistencial. "La última agresión es la pérdida de pruebas diagnósticas, ya que los servicios móviles de resonancias han desaparecido del Royo Villanova y parece ser que se van a instalar en el hospital Provincial, teniendo en cuenta, además, que hay una lista de espera de más de 10 meses para este tipo de pruebas", incidió.

Según el diputado socialista, la desaparición de estas dos resonancias que daban servicio al Royo Villanova es una "barbaridad", puesto que "los enfermos ingresados en este hospital van a tener que ser trasladados en ambulancia al Provincial para realizar esta prueba" y los pacientes del sector I, cuando la prueba es ambulatoria, "van a tener que ir al Provincial, lo que supone mayores gastos e incomodidades".

En ese sentido, Alonso expuso que "está bien vestir el Provincial, pero no a costa del desvestir el Royo Villanova, porque estos dos hospitales no tienen que hacerse competencia"y reclamó que una resonancia se ubique en este último hospital "de forma permanente" y que otra móvil preste sus servicios en el Grande Covián para la actividad ambulatoria, durante los días que sean precisos.

EL CAMBIO

Por su parte, la diputada del PP Marian Orós negó el desmantelamiento y destacó que los hospitales Nuestra Señora de Gracia y Royo Villanova "disponen de dos nuevos escáneres y una resonancia magnética por valor de 3,2 millones de euros, una inversión que mejora la calidad de la atención sanitaria, ya que las anteriores máquinas habían quedado obsoletas, ya que tenían una antigüedad de entre 13 y 18 años".

Orós explicó que "era necesario renovar los anteriores equipos de escáner y, sobre todo, la resonancia magnética, ubicada en el interior de un camión que tenían un alto nivel de obsolescencia y cuyo mantenimiento en uso era inviable" y detalló que el camión se ubicaba entre 7 y 10 días al mes en la explanada del hospital y esa externalización costaba 430.000 euros".