Un equipo del Hospital Royo Villanova de Zaragoza ha operado por primera vez en un centro público aragonés a una mujer con la técnica de electroporación irreversible, un método que destruye el tumor sin afectar al tejido conectivo y que permite tratar tumores hasta ahora inoperables por estar en localizaciones muy complicadas.

La paciente, intervenida el 11 de julio por el equipo de Cirugía y Radiología y dada de alta a los pocos días de la operación, tenía un tumor de hígado de pequeño tamaño (dos centímetros), pero de muy compleja localización, al situarse entre las venas suprahepática media e izquierda contactando con la suprahepática media y próximo al hilio hepático, han informado fuentes del Gobierno de Aragón.

Los cirujanos habían desestimado operarla, ya que la intervención implicaba extirpar esos vasos y realizar una resección hepática mayor con gran riesgo para la paciente, y decidieron entonces aplicar esta técnica con experiencia en otros hospitales públicos de España.

En Aragón, se han intervenido con este procedimiento tumores de próstata en centros privados, si bien éste ha sido el primer caso localizado en el hígado.

Los cirujanos de Aparato Digestivo Juan Luis Blas y Elena Gonzalvo intervinieron a la paciente guiados por la radióloga Alicia Blasco quien, con un seguimiento ecográfico en tiempo real, colocaba unas agujas a través de las cuales se transmite la corriente eléctrica.

Estos pulsos eléctricos emiten una energía no térmica que afecta a la membrana celular induciéndola a la apoptosis (suicidio celular) y de esta manera, se erradican las células pero no el tejido conectivo que se encuentre en esa zona.

Las agujas están conectadas a un aparato especial llamado Nanoknife, que dispone de un software para realizar una planificación preoperatoria del volumen de tratamiento y cuando ya las agujas han sido colocadas en el lugar adecuado, sitiando el tumor, ese aparato transmite a través de ellas una corriente eléctrica continua de muy alta intensidad.

Ese campo eléctrico tiene la capacidad de cambiar el potencial electroquímico de los lípidos que componen la membrana celular, desequilibrándola y creando los nanoporos (hoyos de tamaño nanométrico de entre 1 y 100 nm).

La célula puede reparar esos poros, pero si se generan muchos y en muy poco tiempo no tiene capacidad suficiente para ello y muere.

Para el doctor Juan Luis Blas, esta técnica, con muy buenos resultados en este primer caso en el Royo Villanova, ofrece una posibilidad a pacientes en los que se descartaba la cirugía.

Según este especialista, los posibles casos que pueden tratarse con la técnica de electroporación irreversible (IRE, por sus siglas en inglés) son cáncer de páncreas localmente avanzado, tumores hepáticos primarios y metastásicos que estén cerca de estructuras vasculares importantes, como soporte a la cirugía pancreática y hepática para asegurar márgenes libres y tumores endocrinos de páncreas.

En la intervención participaron, además de los dos cirujanos citados y la radióloga, Alejandro García (también cirujano), Alfonso Vaquerizo y Pilar Acín (anestesistas), Francisco Tabuenca (enfermero instrumentista) y Natividad Santolaya e Isabel Colás, como enfermeras.