La presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, consideró ayer que hablar con la prensa, más allá del acto institucional en el interior del Inocencio Jiménez no era importante.

Así se lo transmitió al consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, cuando los periodistas reclamaron la presencia del titular del departamento para preguntarle cuestiones tanto del nuevo centro de especialidades como ajenas al mismo. "¿Para qué?", le dijo Rudi a Oliván mientras conversaban con otras personas en la estancia de la sala de espera.

El consejero, finalmente, no atendió a los medios de comunicación, que habían estado esperando a que terminara la visita oficial a las instalaciones del centro por parte de los miembros del Ejecutivo aragonés y demás personal sanitario para realizar, al final, una intervención que se presuponía. Porque así se lo transmitió la prensa al gabinete de comunicación del Departamento de Sanidad antes de que Rudi y Oliván iniciaran la visita al centro.

SORPRESA Pero lo esperado no ocurrió y Oliván declinó hacer declaraciones cuando se le transmitió el requerimiento de los medios de comunicación. Tras el comentario de Rudi, el consejero no dijo más. "No va a haber declaraciones porque más allá de lo que se ha dicho en los últimos días no se va a decir", apuntaron desde su gabinete de prensa.

Ricardo Oliván no respondió así, por ejemplo, sobre las críticas y las reivindicaciones que estaban realizando en la puerta del nuevo Inocencio Jiménez varios colectivos sanitarios o acerca de la saturación de las Urgencias que sufren los hospitales.

Quien sí atendió a los medios de comunicación al término de todo el acto, cuando muchos ya se habían marchado, fue el gerente del sector sanitario Zaragoza III, José Antonio Gil-Lahorra. Precisamente, quien ya había intervenido en la inauguración. Sus palabras no evitaron el desplante de la presidenta ni del consejero a la prensa.