La presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, se reunió ayer con la ministra de Fomento, Ana Pastor, para establecer las prioridades en materia de infraestructuras para su comunidad autónoma, además de revisar "todas las cuestiones pendientes". Pasan, en materia de carreteras, por las obras de la N-232 en los tramos entre Figueruelas-Gallur y Gallur-Mallén, el desdoblamiento de la N-II tanto en el tramo Alfajarín-Pina como en el Pina-Fraga, así como las obras pendientes en la A-22 y la A-40 entre Teruel y Cuenca. Además, se refirió a la modernización de la línea de ferrocarril de Canfranc y a los tramos pendientes de la línea Valencia-Teruel-Zaragoza.

Según Rudi, Pastor manifestó su voluntad de dar un impulso a estos proyectos dentro de las limitaciones presupuestarias impuestas desde el Ministerio de Hacienda, una voluntad que la presidenta aragonesa espera "se recoja en estos presupuestos". No obstante, Rudi reconoció que hay "un panorama muy negro y muy oscuro, porque además de las dificultades económicas de este ejercicio del 2012 impuestas por el control del déficit, el Gobierno anterior ha dejado muchos compromisos y muchas deudas en todas las administraciones".

Rudi se manifestó satisfecha con la reunión, especialmente por el interés manifestado por la ministra, que llevó "un dossier completo de todo lo que hay pendiente en Aragón". "Lo que hemos hecho ha sido fijar prioridades dentro de las limitaciones presupuestarias", admitió.

Otro de los temas que han tratado durante la reunión fue el de los aeropuertos, especialmente el de Huesca. Pastor trasladó a Rudi que se está revisando la viabilidad de todos estas infraestructuras y que las alternativas para el de Huesca "son varias". A este respecto, matizó que lo que se contempla son "alternativas de uso", no el cierre.

Sobre cuestiones más concretas, Rudi reconoció que el tramo de la N-II entre Alfajarín y Pina plantea "problemas medioambientales de difícil solución" y que se está buscando "una alternativa sin peaje". Con respecto a la A-40 entre Teruel y Cuenca, dijo que el informe medioambiental que dejó el anterior Gobierno es negativo.