Una zaragozana viajó a París en septiembre del pasado año para disfrutar de unos días de vacaciones, si bien la respuesta de la compañía aérea que contrató ante la huelga de controladores de Francia hizo que se le amargara el final de su tiempo de asueto. Ahora, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Zaragoza le acaba de dar la razón y ha condenado a Ryanair por «no satisfacer sus derechos» de usuaria. La mujer, que tenía contratado regresar a Zaragoza desde el aeropuerto Paris Beauvais-Tillé el 12 de septiembre, tuvo que comprar un billete de autobús para trasladarse al aeródromo de París Charles de Gaulle con destino a Barcelona y ya en la ciudad condal comprar un pasaje de AVE a Zaragoza. Por todo ello, la mujer reclamaba 850 euros, si bien la jueza ha impuesto la cantidad de 250 euros por ser la indemnización que marca la Comisión Europea. En concreto, el reglamento apunta para los vuelos de hasta 1.500 kilómetros esta cantidad y de 400 euros para los vuelos de más de 1.500 kilómetros que conecten dos estados miembros de la UE. Una cifra que se descontará del reembolso del billete que ya hizo efectivo Ryanair, tras solicitarlo la demandante.

La magistrada María del Carmen Vilella señala en su sentencia, contra la que no cabe recurso, que la cancelación se debió a «causas extraordinarias» como la huelga de los controladores aéreos franceses los días 11, 12 y 13 de septiembre del 2017 con motivo de la reforma laboral del presidente francés, Emmanuel Macron. No obstante, apunta a que «no hubo fuerza mayor» para Ryanair «del que no ha de responder pues es lo cierto que conoció que existía este problema» y «realizó un incumpliemiento contractual». Todo ello a pesar de que la compañía aérea, tal y como reconoce la jueza, propuso a sus clientes las siguientes opciones: cambio de la reserva del vuelo cancelado de forma gratuita con posibilidad de contactar con Ryanair en caso de que fuera necesario un cambio de ruta desde o a un aeropuerto distinto al contratado. También se les ofreció, si optaban por ser reubicados en un vuelo alternativo, la organización de una estancia esa noche y asunción de los correspondientes gastos o bien solicitar un reembolso on line que se haría efectivo en siete días laborales en la forma de pago de la reserva original. Fórmula que eligió la demante.