Coincido en el Ave a Barcelona con Juan Martín, secretario general de Chunta Aragonesista y concejal, por esta formación, del Ayuntamiento de Zaragoza. Un político joven, pero ya con experiencia, que representa bien a la nueva generación de nacionalistas de izquierda. Tomamos un café en el vagón cafetería y, entre otras muchas cosas, charlamos de los trenes políticos y de los vagones escoba.

Ambos coincidimos en que, en estos momentos, y en la oscuridad de la noche política, hay en marcha un tren con destino a una nueva España, más simple y centralizada, sin tanto Parlamento ni autonomía, sin tanta pluralidad ni niveles administrativos. Un país --"un reino", como viene diciendo Mariano Rajoy-- donde prosperen una monarquía moderna, dos partidos cada vez más añosos y una tele al servicio del poder en turno, de la información del tiempo y del Real Madrid. El resto, los pequeños partidos, las corrientes nacionalistas, las peculiaridades lingüísticas, los republicanos, los ecologistas, los alternativos, los indignados, todo aquel colectivo ajeno a nuestra sana y monárquica democracia deberá encontrar cauces propios de expresión y difusión, al margen de los canales oficiales, y luchar con denuedo por una supervivencia mediática y parlamentaria que en ningún caso le será facilitada. Antes bien, todo lo contrario.

Chunta Aragonesista, consciente de la existencia de ese oscuro tren que se niega a circular por cercanías, está intentando organizar un frente, lo más amplio posible, capaz de atenuar la velocidad de esa tenebrosa locomotora que en última instancia pretende llevarse por delante la España de las autonomías. Por ese motivo, Martín tenía una reunión en el Parlament catalán con Iniciativa per Catalunya, un grupo que es bastante afín a los nacionalistas aragoneses, y más desde que Chesús Yuste ocupa un escaño en el Congreso de los Diputados. Escaño, por cierto, al que Yuste le está sacando un notable rendimiento, y desde el que se defienden muchos de los temas considerados de interés general en la comunidad aragonesa.

La globalización, unida a la crisis económica y a la nada sutil publicidad gubernamental contra los supuestos despilfarros de autonomías y municipios (nunca ministerios, nunca Comunidad de Madrid) está preparando al país para un golpe centralista. Chunta Aragonesista, el Bloc, Iniciativa, BNG y otras fuerzas intentarán pararlo. Suerte.