El proyecto de construcción del embalse de Almudévar, dentro del sistema de riesgo del Alto Aragón, sale a información pública por espacio de 20 días. El nuevo paso administrativo, recogido en el Boletín Oficial de la Provincia de Huesca de ayer, causó enfado entre las 250 personas que se verán afectadas en los términos de Almudévar, Huesca y Vicién, que consideran que el plazo es demasiado "corto" para una obra de su envergadura, dado que inundará 1.320 hectáreas.

"Según mis cálculos, el periodo de alegaciones terminará el 10 de noviembre, demasiado pronto a nuestro entender", subrayó ayer Antonio Labarta, alcalde de Almudévar. En principio, explicó, la obra, que está estrechamente ligada al futuro embalse de Biscarrués, no despertó ninguna oposición entre los vecinos de la localidad, que comprendían la "necesidad" de sacrificar una amplia extensión de tierra a acoger una infraestructura fundamental para el desarrollo de la provincia.

Sin embargo, matizó Labarta, "muchos vecinos se han dado cuenta de que apenas se les tiene en cuenta, de que se hacen modificaciones sin consultar ni informar lo suficiente, y eso les puede llevar a cambiar de opinión sobre el proyecto". Además, añadió, el municipio todavía no sabe nada del plan de compensación o restitución que acompaña a las obras hidráulicas.

El emplazamiento elegido para levantar los diques que contendrán la gran reserva de agua, una amplia vaguada, encierra tanto tierras de cultivos de secano como espacios yermos, caminos, naves agrícolas e incluso viviendas.

"El embalse ha provocado en los propietarios un cambio de mentalidad", comentó el alcalde de Almudévar. "Han pasado de ser regantes expectantes de la Hoya de Huesca a perder sus tierras para que se pueda regar otro territorio", añadió.

El embalse de Almudévar tendrá una capacidad de 169,71 hectómetros cúbicos (frente a las 133 del recién inaugurado pantano de San Salvador, cerca de Monzón). Se sitúa a una cota máxima de 435 metros sobre el nivel del mar y en está concebido como un embalse lateral de regulación de los caudales del Gállego y del Cinca.

Según los autores del proyecto, su finalidad principal es la de paliar "un insuficiente aprovechamiento de los recursos hídricos y una capacidad de embalse escasa para atender las demandas corrientes del sistema de riegos del Alto Aragón, y muy deficitaria para las demandas futuras". El embalse contará con dos presas o diques de materiales sueltos que cerrarán por sus costados occidental y oriental una amplia vaguada natural.

El proyecto estará expuesto en las oficinas de la Confederación Hidrográfica del Ebro en Zaragoza y Huesca y en los ayuntamientos de Almudévar, Huesca, Vicién, Tardienta y Sangarrén.