El salón de plenos del Ayuntamiento de Zaragoza amaneció ayer forrado de plástico. Los operarios estuvieron trabajando durante toda la mañana en la sustitución de la iluminación, por lo que requería proteger las butacas donde habitualmente se sienta el público y los cargos directivos del Gobierno, además de montar andamios para llegar al techo y poder sustituir los puntos de luz de la sala.