El pasado día de San Jorge no solo se celebró en Aragón, Cataluña o Inglaterra. En un pequeño rincón del D. F. mexicano, un grupo de emigrantes, descendientes o simplemente amantes de la comunidad conmemoró con una comida a su patrón, y con él el nacimiento de la Casa de Aragón en el país azteca. La primera actividad formal de lo que esperan sea un activo foco de intercambio cultural y económico a ambos lados del atlántico.

La constitución formal de la casa tuvo lugar hace dos meses, aprovechando la cincomarzada, pero no fue hasta hace dos semanas cuando organizaron este primer evento oficial. Ya habían tenido ensayos, y exitosos, como otras comidas en las pasadas fiestas del Pilar o en Navidad. Pero con esta tuvieron la oportunidad de abrise a más aragoneses. Aún tienen pendiente la presentación en sociedad.

Según explica Alberto Mendoza, aragonés (cómo no) y responsable de comunicación, el centro pretende ser un vínculo cultural y económico entre ambas orillas del Atlántico. En el primer ámbito, "nos estamos posicionando como un vínculo entre empresas y profesionales aragoneses radicados en México y aquellos que tienen interés en venir a trabajar o a hacer negocios en este país", explica Mendoza.

Por el momento están recopilando un directorio de profesionales, como facilitadores, aunque ya hay reuniones de trabajo con directivos de alto nivel, mensualmente. Pero quieren ir mucho más allá. No solo para ayudar con información especializada en trámites o gestiones, también para los inmigrantes aragoneses. "Queremos ser su apoyo a la hora de integrarse, conocer cuestiones básicas de papeles o vivienda", explica. También podrán desmentir los tópicos sobre la delincuencia o la peligrosidad del país.

No todo va a ser trabajo, como bien mostró la comida de San Jorge. La asociación quiere ser referente cultural y social, con actividades de cooperación académica, intervenciones culturales o artísticas...

Un proyecto ilusionante que de momento se está cocinando, como un taco de ternasco, pero que tras dos años de esfuerzo de un grupo de aragoneses y descendientes de los mismos, como Perla del Pilar Catalán, ya ve la luz. Sus evoluciones se pueden seguir a través de Facebook y Twitter, donde quien esté pensando emigrar o visitar el país puede encontrar su segunda casa. Y por supuesto, los 1.300 aragoneses censados en el país, también.