El espacio elegido por el equipo de Pedro Sánchez para presentar su candidatura en Zaragoza a las primarias del PSOE se quedó pequeño ante el millar de simpatizantes que acudieron a escuchar un discurso en el que prometió devolver al partido a su espacio «de izquierda» frente a una gestora que se ha instalado «en tierra de nadie».

Ante 500 personas dentro del centro cívico Delicias aseguró que su candidatura pretende reconstruir un partido «plural» sobre la base de la participación. El resto de los simpatizantes tuvieron que conformarse con seguir su intervención desde una sala con pantallas o esperar en el exterior hasta una foto de familia que acabó cortando uno de los carriles de la avenida de Navarra mientras el candidato, micrófono en mano, prometía regresar tanto a Huesca como a Teruel.

Para Sánchez, el proceso de primarias que se ha iniciado en el partido «devolverá a la formación la unidad que necesita». Y defendió que en la nueva etapa estarán más cerca de la «realidad social» y que las grandes cuestiones serán consultadas ante las bases. «El no que le dimos a Mariano Rajoy es un sí a la regeneración democrática que necesita este país», explicó.

Sánchez consideró que el panorama político ha cambiado de forma que a la izquierda solo le quedan dos opciones: por un lado, el llamado «gobierno del cambio» y por otro, «que siga gobernando la derecha». Y reclamó reforzar el mensaje de los socialistas ante los jóvenes para recuperar una posición «mayoritaria».

En este sentido recordó que su candidatura trabajará en asuntos fundamentales como la dependencia, la educación, la sanidad y las pensiones, la crisis de los refugiados o la diversidad social frente a «los viejos fantasmas» representados en el auge de los fascismos y los populismos.

Sánchez, que calificó como «error» que el PSOE hubiera permitido con la abstención un Gobierno del PP, reclamó una militancia movilizada para recuperar la «dignidad política» tras el proceso de primarias. Además, anunció que en el caso de salir elegido trabajará en la reconstrucción sin olvidar ningún sector. «Nadie que se llame socialista será nuestro adversario», aseguró.

En el acto, con afiliados llegados desde Navarra, Barcelona o Guadalajara, estuvo arropado por los diputados Susana Sumelzo, Odón Elorza y Zaida Cantera. También estaban presentes el alcalde de Utebo, Miguel Dalmau; el alcalde de Cariñena, Sergio Ortiz; el portavoz en el Ayuntamiento de Calatayud, Víctor Ruiz de Diego; el expresidente del Gobierno de Aragón, Santiago Marraco, y el exdelegado del Gobierno, Javier Fernández, entre otros miembros del partido. Ninguno de ellos en la primera fila de la política autonómica.

«heridas desagradables» / La diputada Sumelzo evitó hacer referencia a las «heridas desagradables» que ha dejado en el partido la gestión de la abstención ante Rajoy y pidió un PSOE «que mire más a la calle» y en el que las decisiones no se tomen «en una mesa camilla» o en «los grandes laboratorios de ideas».

Por este motivo, animó a la militancia a construir un «mensaje claro y nítido» para recuperar la credibilidad perdida. «Para ser más transparentes y democráticos necesitamos a Pedro Sánchez», indicó. Y reconociendo que la disputa por la dirección del PSOE será complicada, pidió a los asistentes que presenten «una propuesta a cada menosprecio, una idea a cada calumnia» y que muestren «cohesión ante cada rumor infundado».

El acto, que comenzó con un minuto de silencio en homenaje al recientemente fallecido exministro José Antonio Alonso, terminó con todos los asistentes entonando La internacional puño en alto.