Sanidad recurre a un nuevo mecanismo de contratación para externalizar el servicio de lavandería del hospital Clínico de Zaragoza que, sin embargo, seguirá siendo gestionado por el personal del Salud. El procedimiento, denominado de compra pública de innovación, supondrá que la empresa adjudicataria asumirá la reforma, mantenimiento y actualización de las instalaciones -cuyo coste se estima en unos 3 millones de euros- y la gestión del servicio durante 12 años. Los trabajadores seguirán siendo los mismos y sus sueldos los continuará pagando el Clínico, lo que evidencia que esta novedosa fórmula se sitúa lejana a cualquier atisbo de privatización.

Otra de las novedades que aporta este proyecto pionero es que el servicio será retribuido en función de los kilos de ropa tratada y prendas dispensadas a lo largo de esos 12 años -más tres opcionales- que se establecerán en una licitación cuyo importe asciende a 6,1 millones de euros y cuyo concurso se publicará la próxima semana tras haber sido ya aprobado en Consejo de Gobierno. En principio, el servicio estará en marcha el primer cuatrimestre del próximo año. «Será un pago en virtud de los resultados», sintetizó el gerente del sector 3, José Ignacio Barrasa, durante la presentación.

INNOVACIÓN

«Este proyecto -denominado SIGLA- pone de relevancia la apuesta de este Gobierno por establecer mecanismos de contratación que apuesten por la innovación», expuso la nueva consejera de Sanidad, Pilar Ventura, que tomó posesión de su cargo la pasada semana tras la salida de Sebastián Celaya, y que también acudió a una presentación que contó, asismimo, con la presencia de la directora gerente del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS), Sandra García Armesto.

De este modo, el nuevo servicio permitirá obtener una producción de lavado de 1.564.000 kilos al año, frente a los 1.300.000 actuales y una dispensación autonómica de 292.000 prendas al año.

El adjudicatario contará con un plazo inicial de 4 meses para la adecuación de las estancias e instalación de los equipamientos necesarios incluidas la adecuación y reforma de los espacios, todas las instalaciones y sistemas necesarios para realizar el servicio de lavado, secado o planchado, así como su almacenamiento y dispensación automática en el área de lencería general y áreas quirúrgicas.

También deberá suministrar los materiales fungibles necesarios para realizar estos procesos y el mantenimiento de las instalaciones como jabones, repuestos, productos químicos de tratamiento de agua o ceras.

El proyecto está planteado para que se autofinancie con los ahorros esperados sobre los costes operativos actuales, de modo que no precisará ninguna inversión directa en el ciclo completo del contrato.

Además, Sanidad aseguró que va a conllevar una mejora sustancial en las condiciones de trabajo del personal, «a través de la mejora de la ergonomía de los puestos de trabajo, y en la huella ecológica del hospital, por la reducción de consumos energéticos y de agua».

La lavandería del Clínico abastecerá a todo el sector 3, en el que trabajan 5.200 personas y se ubican 980 camas. Con una superficie de 980 metros cuadrados, este servicio se puso en marcha el año 1974. «Ha sufrido constantes averías y penosas cargas de trabajo para el personal. El problema era cada vez más grande y este nuevo modelo era una gran oportunidad», expuso Barrasa.