Sanidad asumirá el control del Salud. Eso le vino a decir el pasado martes el consejero, Sebastián Celaya, a los sindicatos con representación en la mesa sectorial. La separación del departamento y su división en Sanidad y Servicios Sociales, abocará al titular de la consejería a involucrarse más en el Salud, un organismo legalmente autónomo y dependiente del Departamento de Sanidad.

La presencia de Celaya en el encuentro llegó casi por sorpresa, a la conclusión de una mesa sectorial de trámite en la que había que trasladar los resultados de las elecciones sindicales celebradas el pasado mes de marzo.

En la reunión, el gerente del Salud, Ángel Sanz, se despidió de los sindicatos, lamentando, según estos, que la situación económica y la duración de su mandato no hayan permitido emprender más actuaciones.

Celaya aprovechó la celebración de la sectorial para saludar a los miembros de la Administración y sindicatos presentes, a los que trasladó algunas pinceladas de lo que serán sus actuaciones más inmediatas. Entre ellas incidió en la salud mental y en el hospital de Alcañiz --Celaya tiene previsto desplazarse próximamente a la localidad turolense--.

Además, comunicó que los cambios en el Departamento de Sanidad tendrán que esperar a la regulación de la consejería e incidió en la adopción de un mayor control del Salud. En ese sentido, anunció que la Dirección General de Planificación y Aseguramiento --hasta ahora ocupada por Antonio Villacampa-- pasa a llamarse Dirección General de Asistencia.

Tampoco serán inminentes, según indicó el sindicato Cemsatse, las comisiones de servicio derivadas de la última Oferta Pública de Empleo.

En líneas generales, el nombramiento de Sebastián Celaya como consejero ha sido acogido con satisfacción por la mayoría de los sindicatos sanitarios.