El Departamento de Sanidad no tiene intención alguna de asumir la financiación de los Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD) en las farmacias aragonesas. Esta iniciativa, aprobada por decreto el año pasado, habilita a las boticas a ofrecer un tratamiento personalizado al usuario para evitar la pérdida de adherencia. Así, destinado sobre todo a pacientes mayores polimedicados, el sistema organiza todos o parte de los medicamentos de un paciente en dispositivos multidosis con varios departamentos, con la finalidad de asegurar su utilización correcta mediante una buena información al paciente y una adecuada preparación.

El envase --blíster-- asegura la buena administración de los fármacos, ya que se organizan en función de cuáles debe tomar el usuario en cada momento. De hecho, alrededor de cuarenta farmacias de la comunidad están inmersas en este proceso. Sin embargo, la Administración ha desechado la opción --planteada por el anterior Ejecutivo autonómico-- de concertar el servicio. Por ello, ha paralizado un proyecto piloto, controlado por el Salud, que se planteaba en cuatro establecimientos y un centenar de usuarios. Porque la DGA no está dispuesta a asumir su coste. "Los farmacéuticos quieren una compensación económica por el servicio, pero no se va a abordar porque es inasumible", indicaron a este diario fuentes del departamento.

INASUMIBLE

Ahora, las farmacias interesadas pueden seguir dispensando sus tratamientos personalizados a pacientes polimedicados, que asumen su coste. "El Gobierno de Aragón regula los requisitos indispensables para que las farmacias puedan ofrecer este servicio, pero no se contempla dar continuidad al proyecto piloto", insisten desde la Administración, donde se tiene claro que. "saldría demasiado caro porque hablamos de un colectivo que consume muchos medicamentos y eso implica un coste que no se puede asumir".

Pero las boticas no pierden la fe. El proyecto continúa "porque hay pacientes que lo piden", asegura Ramón Jordán, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, que aún confía en que el departamento dé marcha atrás y reconsidere su decisión de no financiar el sistema. "Estamos convencidos de que es un servicio fenomenal no solo para el usuario, que gana en calidad de vida, sino también para la Administración sanitaria, ya que controlar la medicación en coordinación con el médico baja el coste económico para el departamento, que tiene un problema tremendo con la falta de adherencia o reacciones a los fármacos". Sin embargo, la consejería no acaba de tenerlo claro. "Es una cuestión de prioridades y no es fácil determinar si este servicio, a la larga, puede reducir el gasto, así que se ha decidido no retomar ese programa piloto. De hecho, ni siquiera se va a iniciar", insistieron fuentes del departamento.

De hecho, los boticarios advierten que ya hay comunidades que empiezan a concertar este servicio, como es el caso del País Vasco "y sería una pena que aquí no se hiciera", apuntó Jordán.