El Gobierno de Aragón está decidido a reducir considerablemente los 107 millones de euros anuales que actualmente le suponen las sustituciones del personal sanitario y, para ello, pretende, entre otras medidas, que los facultativos recurran más a junio, septiembre y octubre para elegir sus vacaciones estivales y no centralizar el asueto colectivo en los meses de julio y agosto.

Actualmente el margen fijado para las vacaciones abarca del 15 de junio al 15 de octubre y la Administración entiende que se impone --en aquellos servicios donde fuera posible-- no centralizar la elección en los meses más habituales e, incluso, estudiaría la posibilidad de ampliar el periodo vacacional de aquellos que optasen por tomarse descanso en periodos no tan demandados. Así, los que eligiesen veranear en junio u octubre podrían ser recompensados con una ampliación de días, aunque esta medida no está decidida.

DISCREPANCIAS La declaración de intenciones la han transmitido en los últimos días tanto el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, como el director gerente del Salud, Tomás Tenza, a los coordinadores de Atención Primaria, enfermería y otros colectivos sanitarios con los que se han reunido durante la semana para trasladarles el contenido de las 400 medidas con las que mejorar el sistema sanitario aragonés. Para Sanidad, esos 107 millones suponen una cifra demasiado elevada y para reducirla se debe recurrir a las autosustituciones, es decir, que una baja o salida de personal se cubra, parcial o totalmente, por sus propios compañeros y no se tenga que recurrir a un sustituto.

La acogida a la iniciativa del departamento no fue unánime. Varios colectivos consideran que la autocobertura en verano supondrá que se genere una acumulación de horas que deberán cogerse al final de año, lo que entonces obligaría a la Administración a tener que contratar sustitutos. "Pretenden que la autocobertura y las camas cerradas permitan no contratar durante el verano, pero no sé si han caído en la cuenta de lo que puede pasar en diciembre con las horas debidas", explicó uno de los colectivos presentes en la reunión con Sanidad.

Además, los sindicatos advierten de que esa autocobertura también aumenta el riesgo de que aumenten las bajas por carga laboral. En la actualidad, el personal que tiene una mayor carga física --celadores y auxiliares--- ostenta el número mayor de días de baja al año (alrededor de 23) mientras que un médico tiene una media de entre 4 y 6 días de baja al año. "Si abaratamos las sustituciones en verano puede que, a la larga, se incrementen las situaciones de baja laboral", apuntan desde una organización sindical.

Esa reordenación de los recursos humanos pretendida por la Administración alcanzaría a los contratos de gestión, pero también incluiría la incentivación a través del cumplimiento de objetivos. En este sentido, el sindicato CSIF recordó que "ya existen figuras en el sistema que permiten el reconocimiento de la actividad que se realiza, como es la productividad variable. Otra cosa es que, desde 2005, este sindicato no haya firmado su acuerdo por estar basado en unos parámetros que no reflejan la realidad de la actividad que cada profesional realiza".

Precisamente, CSIF se unió ayer a las críticas vertidas en los últimos días a la decisión del Gobierno de Aragón de acudir a la gestión público-privada para el futuro hospital de Alcañiz una vez que el Ejecutivo ha comenzado ya los contactos con empresas. "CSIF se opone una vez más a este tipo de gestión y defiende la sanidad pública por lo que siempre ha de ser la más eficaz, la más avanzada y la más rentable, tanto económica como socialmente y son sus gestores quienes se han de preocupar de garantizar que así sea", argumentaron desde el sindicato.