Los cuatro sindicatos presentes en la mesa sectorial de Sanidad -Cemsatse, CSIF, CCOO y UGT- reclaman al Salud la dotación de un teléfono para todo el personal que realiza la atención domiciliaria urgente con un botón SOS con respuesta inmediata. La medida forma parte del protocolo propuesto por los cuatro colectivos destinado a la prevención de agresiones como la sufrida, el pasado mes de junio, por una profesional del centro de salud zaragozano Univérsitas cuando realizaba una atención a domicilio. «Últimamente han aumentado de forma alarmante las agresiones en el ámbito sanitario», subrayan.

El teléfono, según las organizaciones sindicales, facilitaría la localización inmediata del sanitario y permitiría verificar la existencia o no de riesgo de agresión. Esta herramienta se aplicaría en el ámbito de la Atención Primaria urbana, es decir, en centros ubicados en ciudad y en aquellos cuya población sea superior a 10.000 habitantes.

Además, el protocolo establece la necesidad de una base de datos de pacientes y domicilio con antecedentes de agresiones previas, así como un «triaje único telefónico». En este se llevaría a cabo una encuesta de valoración de posible violencia o la estimación de antecedentes en la historia clínica. «Si no existen, siempre que se pueda, acudirán dos personas. Una se encargará de la asistencia y la otra de llamar al triaje informando si hay riesgo o no», expone el protocolo elaborado por los sindicatos. Si triaje no recibe la llamada de llegada por parte del profesional, será este servicio el que se ponga en contacto con el médico «para cerciorarse de la existencia o no de riesgo». Si sigue sin haber respuesta, se contactará entonces con las fuerzas de orden público para que acudan al domicilio, a las que se recurrirá directamente en caso de que el paciente tenga antecedentes en su historia clínica o se constata en la llamada la existencia de riesgo de agresión o violencia.

SEGURIDAD

Asimismo, el protocolo recoge que el sistema de alerta destinado a prevenir futuras intervenciones deberá ser visible desde todos los dispositivos desde donde se conecte el profesional y añade que «en todos los casos que sea posible la visita domiciliaria urgente se llevará a cabo por dos personas».

Además, entre las medidas se pide que los centros de salud donde por frecuencia de agresiones se considere necesario «se dotarán de personal de seguridad», así como la disposición de un botón «anti pánico».

En lo que a la Atención Primaria rural se refiere, los sindicatos han redactado un protocolo en el que la actuación del triaje será la misma que para los centros urbanos «controlando la visita mediante conexión telefónica» y expone que, del mismo modo, la visita será realizada «siempre que sea posible» por dos personas «con dotación del botón SOS». Las organizaciones sindicales reivindican la necesidad de formar a todo el personal implicado y establecen una serie de recomendaciones a seguir ante conductas agresivas. Entre ellas, «mantener el equilibrio emocional y no responder a las provocaciones», «conversar con corrección, tono afable y profesional», «evitar actitud de prepotencia», «evitar gestos o estilo de comunicación que puedan ser interpretados como menosprecio, apatía, frialdad o impaciencia», «evitar el contacto físico y el exceso de proximidad», así como el contacto ocular «prolongado» o los movimientos rápidos y dar la espalda. «Si a pesar de tener en cuenta todas estas medidas se producen agresiones se aplicará el protocolo de agresión externa en el ámbito del Salud», indican los sindicatos.

Por su parte, Sanidad creará tras el verano un grupo de trabajo para analizar qué medidas se toman.