--¿Va a ser una novela polémica?

--Sí, no la rehuyo en absoluto. Se mete con todo el mundo, no deja títere con cabeza, pero es una crítica con coherencia...

--Se lo preguntaba por saber si hay detrás una intención de escandalizar.

--No, no. No es una crítica contra Cataluña sino contra los políticos; no solo los catalanes, también los españoles. Para criticar no hay que mirarse el ombligo... Al fin y al cabo, el comercio de votos es cosa de dos, y en este conflicto hay dos culpables.

--CAT es una novela.

--Es una novela de ficción; una proyección de futuro basada en el presente y llevando al 2019 el peor de los escenarios posibles.

--Que sería...

--Lo que no quiere nadie: un conflicto bélico entre Cataluña y España.

--Pero Cataluña no posee ejército...

--Hoy, no. Pero si sigue la escalada de violencia podría llegar a tener un ejército encubierto.

--¿Hay un nacionalismo español?

--Hay una respuesta al odio que se proyecta desde los dos bandos.

--El libro aparece para San Jorge y Sant Jordi, día del libro. ¿Lo presentará en Barcelona?

--¿Por qué no? La riqueza de la literatura es generar un debate dentro de la tolerancia. Pero también digo que una de las cinco grandes librerías me ha vetado. Una postura que ampara el simposio España odia a Cataluña no puede vetarme, alegando que echo leña al fuego.

--Uno de los aspectos que toca la novela es la de clarificar el papel de la Corona de Aragón.

--Eso es lo más flagrante que nos afecta: la manipulación histórica que se ha hecho desde Cataluña. Y en eso sí que no transijo, porque me he documentado con testimonios históricos de mucho prestigio. Los hechos históricos no admiten interpretación. Son lo que son y no existió nunca la corona catalanoaragonesa.

--¿Cree que su novela suscitará encono gratuito?

--¡Aún no ha salido y ya lo ha hecho!

--¿Y usted sin embargo presume de buena intención?

--Sí, no hay ninguna animaversión contra el pueblo catalán. Precisamente lo que se pretende, por medio del diálogo y el entendimiento, es que no se llegue al punto que refleja la novela. Otra cosa es que los políticos se den por aludidos.

--¿La novela se va a distribuir en toda España?

--Sin duda; y me gustaría que se tradujera al catalán y a otros idiomas. Una novela mía ha vendido siete mil ejemplares en ruso en tres meses.