El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha mostrado hoy su asombro por la decisión de Opel España de paralizar inversiones en la planta de Figueruelas y de la fabricación del futuro Corsa, precisamente en "una de las más productivas de la compañía".

Por eso cree que no hay "ninguna causa que justifique" dichas medidas, según se recoge en un comunicado.

El alcalde de Zaragoza expresa su apoyo a la plantilla y su preocupación "no sólo por las 20.000 familias que dependen directa o indirectamente de Opel, sino por toda la ciudad y todo Aragón".

Santisteve ha recordado además que cuando General Motors, anterior propietaria, "pasó por importantes dificultades económicas la DGA le avaló con 200 millones de euros para poder producir el Meriva, por lo que ahora Opel no puede desentenderse de su responsabilidad con la sociedad".

El alcalde ha enviado asimismo un mensaje de apoyo y solidaridad, de parte de todo el Gobierno de la ciudad, a toda la plantilla de Opel por "una despiadada estrategia de la multinacional por lograr rebajar las condiciones laborales".

En el mismo sentido, el consejero de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, ha mostrado su "enorme malestar por un chantaje inaceptable de Opel que utiliza su enorme poder para rebajar las condiciones laborales" y ha animado a la plantilla "a mantenerse unida en estos momentos tan complicados en los que hay que luchar por evitar que nos sigan arrebatando derechos".