La crisis interna que vive el Ayuntamiento de Zaragoza y que ha enrarecido el ambiente en los pasillos no tiene límites. Se pudo ver en la comisión de Urbanismo del martes, en la que se tuvo que retirar la propuesta para homogeneizar la escena urbana a pesar de que todos los grupos estaban conformes con el documento. El concejal Pablo Muñoz lo hizo a sabiendas de que la oposición iba a votar en contra porque, desde que el pasado 9 de febrero Zaragoza en Común (ZeC) decidiera tomar el control de las sociedades municipales, los grupos no están por la labor de negociar ni aprobar proyectos. El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, instó ayer a las formaciones a dar «un paso adelante» para ponerse a «trabajar en común».

Para el primer edil no hay excusas que valgan para justificar la actitud de los grupos. Salvo CHA, que anunció que votaría en contra, el resto rechazó apoyar un expediente consensuado y negociado desde hace meses. En realidad se trata de un ejemplo, pero no es el único.

Santisteve quiso mostrar normalidad negando que esta vaya a ser la tónica a partir de ahora en el ayuntamiento porque «es incomprensible que un proyecto de ciudad en el que todos están de acuerdo sea bloqueado porque sí, sin ningún argumento ni razonamiento».

ANTES Y DESPUES / El motivo para la oposición se remonta al «9-F», cuando se limitó su representatividad a un único concejal por grupo, de manera que ZeC se otorgaba la mayoría en todos los consejos de las sociedades.

Para el alcalde este hecho no tiene fundamento porque su decisión está amparada en la Ley de Capitalidad, por lo que consideró que «esta actitud de bloqueo se la tienen que hacer mirar por el bien de la ciudad».

Según el regidor, retirar el expediente «porque sí» es «perder el tiempo» dado que acabará saliendo adelante al haber existido consenso desde el primer momento.

Asimismo, insistió en que se sigue hablando con los grupos, aunque PSOE y CHA hayan decidido dejar de asistir a las reuniones a tres, es decir, los grupos de la izquierda ya no se ven las caras a puerta cerrada, una práctica normal que pretende llegar a acuerdos antes de llevar a votación los proyectos. De hecho, CHA renunció oficialmente a su asiento en los organismos públicos, patronatos y sociedades.

Tan solo acuden a los encuentros en los que se cita a todos los grupos municipales, motivo por el que han recibido las críticas desde la bancada de ZeC sobre su alineamiento con la derecha.

El alcalde anunció ayer su «intención» de reunirse con el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, aunque no especificó cuándo se producirá.