El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, se refirió ayer al distanciamiento protagonizado esta semana con el presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, que se niega a reunirse con el primer edil apelando a que este tenía otras prioridades, como aprobar el presupuesto del 2016, la plantilla municipal o resolver la huelga del bus.

En este sentido, Santisteve dijo que el presidente "debería no rebajarse a gestionar" su agenda y calificó aquellas declaraciones de Lambán de "completo desatino con el 55% de la población aragonesa, que representa la ciudad de Zaragoza".

Santisteve lamentó la actitud del presidente, al que aprovechó para requerirle el dinero que la DGA adeuda, según el consistorio, a la ciudad e insistió en que sus prioridades con el Gobierno autonómico son que "afronte el pago" de los 48,5 millones de deuda que el Ejecutivo autonómico mantiene con la ciudad y "a partir de ahí empezaremos a hablar", expuso el regidor.

El pasado miércoles, Santisteve se había mostrado "muy dolido" por el "silencio" que, en su opinión, está guardando el presidente de Aragón tras haberle pedido mantener una reunión y no obtener contestación. Por eso, Lambán constestó, al día siguiente, que en cuanto el alcalde se liberara de sus tareas "más acuciantes", hablarán "sin ningún problema". Ayer, el regidor de la capital aragonesa le animó a no gestionar su agenda.