El nuevo alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ya se ha marcado su primer objetivo: acabar con los desahucios en la capital aragonesa. Para llevar a cabo esta tarea, en la que los ayuntamientos pueden jugar un papel sobre todo de mediación, el edil de Zaragoza en Común ya ha marcado en su agenda una ronda de reuniones tanto con el poder judicial como con las entidades bancarias para pedir una moratoria de los realojos.

Esta medida forma parte del plan de emergencia social y ciudadana con el que ZeC concurrió a las elecciones municipales y que plantean acciones para llevar a cabo en los primeros meses. Entre ellas, garantizar que ninguna persona sea desahuciada por motivos económicos. Ayer mismo el nuevo alcalde ratificó que este será uno de sus primeros objetivos al frente del consistorio en el programa La Sexta Noche, donde detalló que su "primera medida" será tratar de parar los desahucios.

Por ello está previsto mantener una reunión con el juez decano de Zaragoza, Ángel Dolado, que se celebrará de forma inminente. Pero no solo con el poder judicial. Santisteve plantea también una serie de reuniones con las entidades financieras para que asuman "criterios de corresponsabilidad social". Aunque, en realidad, los bancos y cajas pueden responder de forma positiva a la petición municipal o no.

EL RENACIMIENTO DE LA OFICINA

El instrumento que usará el nuevo equipo de Gobierno --aún por conformar-- será la oficina antidesahucios. Desde el 2012 el consistorio zaragozano cuenta con una oficina de mediación hipotecaria que depende de Zaragoza Vivienda con el que se han tratado ya de frenar los desalojos y que cuenta en su haber con una tasa muy elevada de desahucios paralizados. Pero no total, dado que hay entidades financieras que no están de acuerdo con las soluciones propuestas para evitar el desalojo, como la dación el pago o la renegociación de la hipoteca.

A partir de ahora, y sin determinar en qué posición y de qué área dependerá, esta oficina se transformará para dar solución también a las personas que se quedan en la calle. "El ayuntamiento puede ejercer un papel en el realojo de familias", indicó Santisteve. Pero para eso es preciso disponer de una bolsa de viviendas --actualmente el abergue acoge a las familias en los casos más urgentes-- que a juicio del alcalde es insuficiente.

Por eso, una de sus principales apuestas es crear una bolsa de 5.000 viviendas sociales en Zaragoza. ¿Cómo? "Hay que forzar que 40.000 viviendas vacías en Zaragoza salgan al mercado de alquiler", detalla el alcalde. Las fórmulas para lograrlo pasan por penalizar los pisos vacíos o realizar exenciones para aquellos que decidan apostar por el alquiler. Pero en este punto la dificultad radica en decidir qué es una vivienda vacía y contabilizarla. El anterior equipo de Gobierno, de hecho, no llevó a cabo esta tarea por las dificultades que entrañaba, de modo que en realidad la cifra de 40.000 casas vacías es, sobre todo, estimativa.

Otro de los puntales de esta línea de actuación será "erradicar las cicatrices urbanas que hay en algunos barrios" poniendo a disposición de cooperativas suelo público. De este modo, el consistorio iría forjándose un patrimonio de manera que el ayuntamiento pueda "incidir en el mercado de alquiler".