El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, planteó ayer hasta cinco compensaciones para Zaragoza por las servidumbres que soporta la ciudad ante la importante presencia de instalaciones de Defensa, en una reunión mantenida en Madrid con la ministra María Dolores de Cospedal. Esta se comprometió a elaborar otro estudio de las afecciones de ruido derivadas de la Base Aérea, particularmente para los barrios del sur, cuya aparente novedad sería que incluirá soluciones para paliarlas.

Santisteve, según informó el Ayuntamiento de Zaragoza, recordó a la ministra que alrededor de un tercio del término municipal de la capital aragonesa se destina a usos militares, un porcentaje copado por el Centro Nacional de Adiestramiento de San Gregorio, que no en vano constituye el campo de maniobras más grande de Europa.

INCENDIOS

El alcalde enumeró las servidumbres que esto genera, desde las radioeléctricas, aeronáuticas o de seguridad hasta las afecciones medioambientales, particularmente con los incendios en el citado campo derivados, que según el propio Gobierno central fueron 53, con 7.756 hectáreas calcinadas, desde el 2006 al año pasado; si bien solo atribuían 36 de ellos a la propia actividad militar.

Por todo esto, Santisteve planteó cinco medidas de cesión o apertura de terrenos que podrían compensar a la ciudad; o más bien las recordó, ya que muchas de ellas son reclamaciones históricas de la ciudad.

Las peticiones que destacó el consistorio incluyen la apertura al público constante del edificio de la Antigua Capitanía de la plaza Aragón, que se destinaría a usos culturales y expositivos.

Otras dos de las principales están relacionadas con San Gregorio. Aparentemente la más gravosa para Defensa sería la cesión de las 12.000 hectáreas que conforman el paraje de El Castellar, que según recordó el consistorio está protegido como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) e integrado en la Red Natura 2000. Asimismo, en él se encuentran los restos de la vía romana de Caesaraugusta a Pompaelo, declarados patrimonio arqueológico desde 1999, y algunas fortalezas medievales.

PLAN ESPECIAL

De lograrse esta cesión, el consistorio tiene intención de impulsar un Plan Especial que ampliase con esta adquisición el espacio natural del Galacho de Juslibol, que ganaría peso como atractivo turístico medioambiental.

El otro aspecto relacionado con San Gregorio sería el retranqueo de la valla perimetral, que en el caso de Zaragoza afectaría a los barrios de Alfocea y Monzalbarba, fundamentalmente, además de a Juslibol.

El Plan Especial del Galacho del año 2000 ya fijaba esta exigencia, que supondría mover el cercado un kilómetro -al menos en Alfocea- hacia dentro del campo hasta más allá de los escarpes, de forma que se liberase espacio para evitar el aislamiento que se produce en estas zonas durante las riadas del Ebro. Habría que ver cuánta pérdida de espacio supondría para el campo mover el perímetro de tantos kilómetros de alambrada, y si Defensa está dispuesta a ello.

Por último, el primer edil zaragozano planteó a Cospedal que los vecinos tengan acceso a las instalaciones deportivas de El Soto en La Almozara, que dejarían de ser privadas. Y también que se ceda la base de automóviles ubicada en Casetas, utilizada como aparcamiento y a veces como taller para la Guardia Civil, y que los vecinos llevan pidiendo desde el 2006 para equipamientos del barrio rural.

El consistorio destacó que Cospedal adquiriese de forma inminente un primer compromiso, en espera de que al menos estudie todo lo demás. La historia no da muchos motivos para la esperanza, pero quizá el cambio de rumbo actual en otros temas como el Yak-42 pueda dar algo de ánimo a los peticionarios.