El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, asegura que si se puede volver a generar el marco del que surgió Zaragoza en Común en 2015 y se le considera importante para tender puentes y aunar voluntades y opiniones diversas, estaría "encantado" de presentarse a la reelección.

"No tengo inconveniente", ha afirmado Santisteve en una entrevista a Efe en la que también ha elogiado a los miembros de su equipo de Gobierno, personas de distintos movimientos que no se conocían entre sí y con las que, ha dicho, "yo me encuentro cómodo porque es gente muy trabajadora".

Pese a que "poder engrasar un equipo humano así es algo que cuesta", el alcalde ha reconocido sentirse "muy contento" porque "todos se están dejando la piel y el grado de trabajo y de intentar sacar cosas y remover lo que había parado es algo por el que todos merecen un reconocimiento".

Pero lo que "me gustaría", ha dicho, es que desde este movimiento ciudadano se pudiera "reeditar" la "visión del municipalismo" que se planteó en 2015 y contagiar de nuevo ese entusiasmo de gente que "de forma generosa, voluntaria y altruista dedica su tiempo a mejorar la vida de sus semejantes".

"Si podemos volver a generar ese marco, y en esa situación yo soy importante en cuanto a poder tender puentes y aunar voluntades y opiniones diversas, estaría encantado, no tengo inconveniente", ha sentenciado.

Cree que durante este tiempo quienes les apoyaron han visto el esfuerzo realizado en sanear las arcas, en materia urbanística (poniendo "coto" a las grandes superficies), en mejorar las inversiones en servicios sociales, en la lucha contra el cambio climático y en ahorro energético, modernizando la flota de autobuses y potenciando el uso del coche eléctrico.

"Dijimos que no íbamos a hacer grandes eventos; los tiempos de crisis no dan para eso", pero hay en marcha, ha recordado, "no menos de trescientas obras" y otros procesos como la renovación de los mayoristas de Mercazaragoza, la intermodalidad y atender las demandas de los barrios.

Abogado de profesión, Santisteve gobierna Zaragoza desde junio de 2015 con nueve concejales en una Corporación de 31 en la que esperaba una mayor "apertura de miras", una visión más estratégica de hacia dónde quería ir la ciudad y una "mayor generosidad" por parte del resto de miembros.

Sin embargo, reconoce que se ha encontrado una política "sectaria", "rancia" y de "todos preocupados por recuperar el sillón, cargos y privilegios".

"Dificultades añadidas a este gobierno" que han implicado el bloqueo de algunos proyectos y que se suman a otros conflictos derivados de sus intenciones de recuperar la prestación de servicios como el de atención telefónica 010 o del transporte urbano, en lo que no ha contado con el apoyo de la oposición pese a que, ha advertido, es una tendencia en toda Europa.

De sus relaciones con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y miembros de otras fuerzas, ha asegurado que se lleva bien "con mucha gente" pero que con quien tiene "tendencia" a llevarse mejor es con los alcaldes, "con quienes lo último que miro es su filiación política porque lo que tenemos en común es una gran responsabilidad y lo anteponemos a cualquier visión ideológica que pueda contaminar esa lucha por mejorar nuestros pueblos".

Con el PSOE ha mantenido desde el inicio del mandato unas tensas relaciones, tanto a nivel autonómico con su presidente, Javier Lambán, ahora algo más encauzadas tras el acuerdo para la Ley de Capitalidad, como en el plano municipal, lo que Santisteve atribuye al marco de inestabilidad política general.

Pero "hay que echarle buena voluntad. No queda otra", apostilla.

Aunque dice que "la ciudad funciona" y que "se está gestionando bien", reconoce que le gustaría por parte del grupo municipal socialista "un gesto de buena fe y que se aflojara la situación de tensión permanente" porque "nos encontramos con situaciones incomprensibles como que proyectos surgidos de anteriores gobiernos socialistas como Pontoneros o los depósitos de Pignatelli nos los han bloqueado sin saber las razones".

Antes de que finalice el año quedan pendientes de aprobar los presupuestos, un proceso que internamente se está acelerando para presentar "lo antes posible" un borrador que les permita poder sentarse con los grupos "y resolverlo en tres tardes".

Respecto a las relaciones con la Hacienda del Estado, Santisteve considera que el ministro Cristóbal Montoro "debería ser más receptivo y políticamente más valiente" y "coger el toro por los cuernos", porque los ayuntamientos están "encorsetados".

"Reducimos gastos, pero no a costa de reducir ingresos", ha apuntado antes de advertir de que dichos ingresos están centrados en impuestos como el IBI y las plusvalías, que tacha de "injustos", por lo que pide una fiscalidad más orientada al IRPF.