Ángel Sanz se hace cargo del Salud tras haber sido gerente, desde el 2011 al 2013, de la consejería considerada más polémica de los últimos años en Navarra y con la que la consejería de Sanidad aragonesa tiene una gran relación. Allí, Sanz encabezó proyectos marcados por el rechazo popular y de los profesionales, entre los que destacan la unificación de los laboratorios clínicos y la externalización de las cocinas de los hospitales.

En el primer caso, también se le achacó cierta privatización del servicio, aunque el Gobierno navarro la negó en todo momento. Pero la polémica presidió todo el proceso. Hubo reclamaciones de los que no ganaron el concurso de adjudicación, consecuencias en el personal encargado de las sustituciones, protestas por una maquinaria obsoleta y, sobre todo, un gran conflicto respecto a la ubicación de ese macrolaboratorio unificado. De hecho, todavía se mantiene en una sede provisional.

Si las críticas a esa centralización se dieron principalmente entre los profesionales, la externalización de la cocina en los hospitales --también llevada a cabo con Sanz en la gerencia-- topó frontalmente con un fuerte rechazo popular. De hecho, la medida ha sido un auténtico fracaso y la empresa adjudicataria debe asumir ahora un millón de euros para cambiar los carros para la comida hospitalaria. La adjudicataria adoptó por implantar un modelo de carro por termocontacto que solo había utilizado en un hospital y que dio problemas de control de temperatura manifestados en productos quemados o crudos, alimentos con colores extraños o bandejas sucias y abrasadoras. Una situación que ha causado más de 2.000 quejas.

Además, entre sus proyectos más significativos también figuran la implantación de la receta electrónica, la prescripción por principio activo, la unificación del hospital de Navarra, hospital Virgen del Camino y Clínica Ubarmin, dando lugar al Complejo Hospitalario de Navarra, la unificación logística de Atención Primaria y Especializada, el Plan de Salud Mental o la participación en el Plan de Atención a Crónicos. Muchas de esas centralizaciones son tareas pendientes de la consejería de Oliván.

Sanz tampoco dejó un grato recuerdo entre los profesionales, que denunciaron falta de comunicación con él y que los médicos achacaron a su procedencia. Porque el nuevo gerente del Salud no es médico, sino Ingeniero Industrial, aunque posee una amplia experiencia en gestión.

Los motivos de su dimisión aún no están del todo claros, aunque, a partir de entonces, se han sucedido las salidas, como la de la cúpula en pleno del Complejo Hospitalario de Navarra.