Ellas tienen Ideas a Mares. Y, durante los últimos diez años, han vivivo tormentas y tempestades. Pero Mercedes Ventura y María Jesús Serrano volvieron a demostrar en el décimo aniversario de su sueño que son marineras bravas. Ni la lluvia (que dio paso a la calma) pudo con los 300 invitados que reunieron en el sarao con el que celebraron el cumpleaños de su empresa de comunicación en los jardines de Torreluna, en Zaragoza. Aún se acuerda esta lupera de su fiesta de inauguración, en el 2008. Ciudad del Infinito de Zurita y una invitación para embarcarse con ellas en el proyecto. Esta vez, el sarao estaba ambientado en una isla imaginaria, en la que todo fueron brindis y sorpresas. Por allí anduvo una buena representación de la profesión --desde la televisiva Nuria Serós a Leticia Iserte o unos cuantos compañeros de este diario--. Y también muchos de quienes han vivido por los mares y las tormentas de ideas o han colaborado en este proyecto, desde Nieves Añaños, de Estudio Versus, a José Luis Campos, de la DO Campo de Cariñena, pasando por Teresa Muntadas, directora de la Fundación Cedes. Entre los invitados, algunos para volver a saludar, como los exconcejales Luis Pastor y Miguel Gargallo, o Chesús Bernal, de la Universidad de Zaragoza. Y también el subdelegado del Gobierno, Ángel Val, la consejera Mariví Broto, el gerente de los Porches del Audiorama, Javier Cuevas, o el escritor Miguel Mena.

Entre el paisanaje estaba Marisol Aznar (que entre Tribus de cine, series y oregones está que se sale). Y con ella, el músico (también oregonés) David Angulo, que protagonizó una de las sorpresas de la noche con una canción dedicada a Mercedes Ventura, María Jesús Serrano y sus mares de ideas. No fue la única (más allá de los extraños habitantes de la isla que levantaron los ánimos del incondicional). El radiofónico Javier Vázquez --convertido en presentador inesperado en la velada-- protagonizó la segunda de estas sorpresas, materializada en forma de tartas para algunos embajadores del modo de hacer de esta empresa. Hubo sorpresas para los amigos, para los colaboradores, para los periodistas... Hasta probó su ración de pastel esta lupera. Todo fuera por brindar por una década de aventuras. Y que cumplan muchos más.