La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias asegura que todos los presos que tienen prescrito un tratamiento para la hepatitis C lo están recibiendo, sin que exista demora entre el diagnóstico de la enfermedad y el inicio de la dispensación de los fármacos por parte de los hospitales.

Así consta en el informe del Defensor del Pueblo correspondiente a 2016, después de que la institución solicitara a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias información sobre el tratamiento médico que reciben los presos con hepatitis C en las cárceles, donde la enfermedad tiene una alta prevalencia, en torno a un 30 por ciento, por ejemplo, en las prisiones de Soria, Villabona (Asturias) o Daroca (Zaragoza).

En su respuesta al Defensor, Prisiones concluye que en diciembre de 2016 todos los internos que tienen prescrito tratamiento, un total de 857, lo reciben, al tiempo que no existe lista de espera para iniciarlo.

Desde hace varios años, la defensora del pueblo, Soledad Becerril, muestra su preocupación por la dispensación a los internos de los nuevos y eficaces fármacos para curar esta enfermedad, sobre todo, a raíz de la disputa sobre a quién corresponde el pago de estos tratamientos, si a Prisiones o las comunidades autónomas, a las que no está trasferida la sanidad penitenciaria.

Instituciones Penitenciarias remite en diciembre de 2016 a Becerril que "no ha recibido quejas respecto a la posible demora" de tiempo entre el diagnóstico, la prescripción y el comienzo del tratamiento por parte de los hospitales de referencia de los fármacos "más modernos".

"No consta a día de hoy (diciembre de 2016) que haya internos a quienes hayan prescrito el tratamiento y se esté retrasando su dispensación de forma injustificada", dice la administración penitenciaria al Defensor que reitera en su informe que seguirá "muy atento" a este asunto.

El objetivo, concluye, es "aclarar" la "disparidad" entre la alta prevalencia de la enfermedad y el número "relativamente reducido" de internos tratados de hepatitis C.