La titular del Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza ha absuelto de un delito contra la integridad moral de una funcionaria de la corporación municipal al secretario del Ayuntamiento de San Mateo de Gállego, Ángel Pueyo Fustero. La magistrada explica en los fundamentos de derecho que "no cabe la condena del acusado por injurias y calumnias, dado que la querella fue presentada tardíamente", cuando el delito ya había prescrito.

Sin embargo, la resolución recoge que las expresiones vertidas por el secretario, que acusó a la funcionaria ante otros miembros del personal de haber filtrado un documento a la oposición, son "injuriosas y calumniosas, de carácter grave dadas las circunstancias en que fueron proferidas" y que produjeron a su destinataria una serie de problemas de salud física y psíquica. Los hechos se registraron el 12 de mayo del 2011, al inicio de la jornada laboral, en una reunión que el secretario convocó en el salón de plenos y a la que fueron citados todos los funcionarios y trabajadores del consistorio.

"Claramente se aprecia que el acusado no solo se extralimitó en las formas y en el fondo, sino que además imputó falsamente" a la funcionaria "determinados hechos, incluso delictivos, con ocasión del desempeño de su trabajo".

Según el acta de la reunión, "el secretario recriminó su actitud" a la denunciante, de la que dijo que iba "en contra de toda ética y moralidad", además de contra la Ley de Protección de Datos y la imparcialidad del puesto ocupado. Asimismo, manifestó que la funcionaria distribuyó parcialmente información privilegiada y de la que no podía disponer. La acusación hacía referencia al envío a un concejal popular de un correo electrónico sobre la liquidación del presupuesto del 2008. El documento se había solicitado para averiguar el destino de 300.000 euros.

En la vista oral, celebrada el pasado 10 de junio, declararon como testigos funcionarios y miembros del personal laboral que aseguraron que el trato dispensado por Pueyo a la denunciante no fue humillante ni vejatorio. Pueyo pidió perdón y declaró que actuó en un estado de nerviosismo al haber tenido conocimiento antes de la reunión de la presentación de una querella por malversación de caudales públicos. Higinio Sorribas, abogado de la funcionaria, manifestó ayer que estudia la presentación de un recurso.