Apenas cuatro días han bastado para montar el segundo radar de tramo en Zaragoza. La Dirección General de Tráfico dio por fin luz verde a una instalación que se anunció a finales del 2015, se preveía para principios de este año y que ya está junto al arcén de la carretera nacional N-125, más conocida como carretera del aeropuerto, que conecta la Ronda Norte y el barrio de Miralbueno con la terminal de pasajeros y carga, y Garrapinillos. Las obras finalizaron ayer mismo.

Los trabajos comenzaron el pasado martes, a la altura de la gasolinera ubicada al pie de esta vía de titularidad estatal. El modelo de cinemómetro es similar al instalado hace ya tiempo en la ronda de circunvalación Z-40, o cuarto cinturón de la capital aragonesa. Su colocación física concluía ayer y también incluían el desmontaje de la cabina radar existente junto a las instalaciones donde Tráfico realiza los exámenes para obtener el permiso de conducir en Zaragoza.

A partir de finales de enero está previsto que entre en funcionamiento este nuevo radar de tramo, ya que ahora quedarán pendientes las tareas de telecomunicaciones indispensables para que el cinemómetro cumpla su función de forma efectiva.

Con su puesta en marcha, Aragón seguirá contando, como ahora, con 50 cinemómetros en todas las carreteras de la comunidad autónoma. Pero serán 48 de ellos de cabina --ahora son 49--, y dos de tramo --ahora solo hay uno--, los que vigilen la seguridad en las carreteras y velen por que se respeten los límites de velocidad, sobre todo ahora que se considera que superarlos está entre las causas más habituales de la siniestralidad y en un año donde los accidentes con víctimas mortales han aumentado.

UN 70% MÁS

De hecho, según los datos oficiales con los que cuenta Tráfico, las infracciones detectadas relacionadas con el exceso de velocidad y localizadas por estos cinemómetros han aumentado en total un 8 % con respecto a las que se dieron en el 2015. El año pasado, según los datos que existen en la memoria de la DGT, las multas por este motivo ascendieron a 206.851 sanciones, y ya representaban un incremento del 38% con respecto al 2014. Esta vez, a falta de la operación especial de Navidad, ya rondan las 233.400. Es casi un 50% más que hace dos años, cuando se contabilizaron 149.911, y un 70% más con respecto a las del 2013, cuando eran 126.988.

Sin embargo, la DGT busca el efecto contrario con la colocación de estos radares de tramo, más precisos que los móviles o de cabina y que, a diferencia de estos, ni siquiera ofrecen un margen para considerar la velocidad de paso por ese punto como excesiva. Hace años se concedía un 10% más sobre el límite máximo, que recientemente se rebajó al 5%. Con estos cinemómetros no lo hay, porque establecen un cálculo exacto al fijar el tiempo de paso entre dos puntos. No hay forma de ocultar la infracción y la multa se tramita automáticamente, desde un centro de control ubicado en León.