El Equipo Roca de la Guardia Civil de Caspe ha llevado a cabo la denominada operación Kantone, que ha permitido la detención de seis personas, y la investigación de una más, como supuestas autoras de diversos robos en casas de campo y explotaciones agrícolas. La operación ha implicado la recuperación de efectos valorados en más de 60.000 euros.

Las pesquisas se iniciaron en septiembre del 2017 tras varios robos cometidos en distintas explotaciones agrícolas y casas rurales ubicadas en la demarcación policial de la ciudad de Caspe, de las que se sustrajeron herramientas, electrodomésticos, televisores y otros efectos.

Los agentes recopilaron información sobre personas y vehículos sospechosos que fueron vistos por la zona los días que se llevaron a cabo los robos y gracias a ello la Guardia Civil determinó la identidad de los presuntos autores de los hechos y otras personas que se dedicarían a recibir efectos de ilícita procedencia para su posterior venta.

Eran en total siete personas residentes en la ciudad de Caspe sobre los que se realizó una minuciosa investigación. El pasado 22 de diciembre la Guardia Civil llevó a cabo dos registros en los domicilios de los sospechosos y uno en un almacén en los que se hallaron multitud de efectos supuestamente sustraídos y cuya procedencia los después detenidos no pudieron justificar.

Se trata de cinco generadores de electricidad, cinco motobombas, ocho televisores, tres placas solares, 28 baterías, una hormigonera, cuatro motosierras, cuatro radiales, cuatro taladros, un cargador de baterías de alto rendimiento, un voltímetro, un inversor de potencia, una estación de soldadura, veinte ventanas de aluminio, puertas de madera macizas, un arco de madera tallado, una lavadora y un ordenador.

ANTECEDENTES

Por todo ello, la Guardia Civil detuvo a seis personas, todos ellos varones, de entre 26 y 46 años y nacionalidad española, y cuatro de ellos con antecedentes. A tres de ellos se les imputan delitos de robo con fuerza en las cosas y al resto, delito de receptación. Además, se procedió a la investigación de otra persona por un presunto delito de robo con fuerza en las cosas. Tras la investigación llevada a cabo, se ha podido determinar que los detenidos conocían perfectamente la zona donde actuaron y cometían los hechos tras verificar los horarios en los que las casas y explotaciones estaban vacías.

Accedían a las instalaciones tras fracturar puertas o ventanas y una vez en el interior sustraían las herramientas u objetos que después almacenaban en sus domicilios para proceder a su venta en el mercado negro o a establecimientos de reciclaje de metales.

Para la comisión de los robos utilizaban diferentes vehículos para evitar ser localizados. Para identificar a los propietarios de todos los efectos recuperados, estos fueron depositados en el cuartel de la Guardia Civil de Caspe, donde se expondrán para que quienes hayan sido víctimas de un robo en el que se haya sustraído material de estas características puedan verificar si alguno de ellos es de su propiedad.