Esta semana se dará un paso más en la polémica tramitación de los presupuestos autonómicos para el 2017 con la entrega del documento completo a Podemos. El Gobierno de Aragón pretende así que la formación morada acepte negociar el contenido de la ley y poderla presentar de este modo a las Cortes. El Pignatelli ya ha asegurado que en ningún caso la registrará si no tiene seguros los apoyos. Y eso pasa, en su intención de aprobar unos presupuestos de izquierdas, por el voto favorable de Podemos.

Sin embargo, el partido de Echenique ya ha indicado reiteradamente que para que el Gobierno de Aragón cuente con una mínima abstención que permita posteriormente negociar el contenido de la ley, el Ejecutivo autonómico debe aceptar cinco condiciones para fomentar el empleo. Estas condiciones han sido recogidas parciamente por el Ejecutivo autonómico, y asegura que si no se han recogido en su totalidad es porque colisionaría con la legislación estatal. Ante esta situacion, ni una ni otra parte está dispuesta a abrir de forma inminente otra negociación.

«Si negociamos será de forma transparente y abierta, nunca en un cuarto cerrado», insisten dirigentes de Podemos con reiteración. Y añaden que se sienten profundamente engañados por el Ejecutivo de Javier Lambán, al que acusan de dar un giro a la derecha incompatible con la búsqueda de apoyos en la izquierda de Podemos. Por eso, le han llegado a invitar a buscar el voto favorable de otras formaciones de distinto signo en el espectro parlamentario.

Mientras siguen así las cosas, a punto de cumplir un mes la prórroga presupuestaria, lo que impide afrontar nuevos proyectos y limita la gestión del Pignatelli al pago de salarios y gasto corriente, crece la presión ejercida por el PSOE y CHA sobre Podemos para responabilizar a esta formación de un bloqueo que perjudica, especialmente, a los sectores menos favorecidos de la sociedad.

Al problema interno se le añade la situación orgánica que viven tanto el PSOE como especialmente Podemos, a pocas semanas de su trascendente asamblea y cuya resolución podría despejar también el futuro de los presupuestos de Aragón.