El Gobierno de Zaragoza está sopesando la posibilidad de instalar sensores de bluetooth en todos los autobuses de la flota que circula por la ciudad. El objetivo de implantar este sistema sería poder registrar mediciones sobre los hábitos de desplazamiento de los ciudadanos con el objetivo de acometer, a futuro, mejoras más eficientes en el servicio.

Al igual que el modelo empleado en numerosas vías de la capital aragonesa, con paneles informativos que captan la señal de los usuarios y que han servido para calcular en tiempo lo que cuesta realizar los trayectos más habituales en tiempo real y en función del estado del tráfico, este sistema permitiría conocer con datos precisos qué trasbordos o los usos en general que se realizan de forma más frecuente. Siempre manteniendo el anonimato puesto que se asignaría un número a cada señal sin ningún dato personal.

Un estudio pormenorizado del uso del bus al que ayer apuntó el concejal de IU Raúl Ariza, quien ayer anunció que lo trasladará a la próxima comisión de Servicios Públicos como propuesta de su grupo municipal al Gobierno. Este mismo año podría implantarse.