El hospital Miguel Servet de Zaragoza detecta cada año 70 nuevos casos de melanoma, un tipo de cáncer de piel asociado a la exposición solar y cuya mayor incidencia se da en mujeres mayores de 70 años.

Según cifras de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), las tasas más bajas de esta enfermedad en el país se registran en la capital aragonesa, mientras que en Marbella se diagnostican las más altas. "Se da una mayor afección en personas de piel blanca o con una gran cantidad de lunares --o nebus--, porque sus células no producen melanina y eso provoca que cuando les da el sol se quemen, se pongan rojas y después se pelen. Sufren un gran daño solar", precisó ayer María Luisa Zubiri, jefa de sección del servicio de Dermatología del Miguel Servet.

El melanoma de piel "apenas existe" en niños, pero la doctora alertó de que los adolescentes "pasan mucho" de las cremas solares y la protección. "Las quemaduras que uno se hace de joven luego pasan factura de mayor, por eso los dermatólogos siempre decimos que la piel tiene memoria", dijo Zubiri, quien ha detectado en los últimos años "mayor concienciación".

Los nuevos métodos diagnósticos como la dermatoscopia digital y el mapeo corporal facilitan una detección precoz y, por tanto la curación, que se estima en más del 95% de los casos.

POSIBLE METÁSTASIS

Zubiri recomendó acudir al médico "ante cualquier signo de alarma" como puede ser un lunar que cambia a un color más oscuro, picor del mismo o sangrado.

El melanoma es el tumor de piel que provoca mayor mortalidad frente a la escasa incidencia del carcinoma basocelular y el epidermoide, las otras tipologías. "El melanoma tiene capacidad de producir metástasis y por eso es más peligroso, de ahí las campañas que se hacen especialmente en verano para concienciar de las consecuencias", dijo Zubiri, quién recomendó no exponerse al sol sin protección, evitar las horas centrales y tener mucho cuidado con los niños.