La sección de Oftalmología Pediátrica del hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza ya dispone de un nuevo retinógrafo de última generación de gran importancia para la atención del prematuro y el tratamiento de las lesiones retinianas en la edad pediátrica.

La doctora Inmaculada González Viejo, coordinadora de Oftalmología Pediátrica, señaló que se trata de «una tecnología de la que hasta ahora no se tenía acceso en Aragón» y que, en el caso de ser necesario el empleo del aparato, «teníamos que enviar al niño fuera o valernos de otros parámetros más tradicionales», dijo.

Ahora, los profesionales disponen de un nuevo retinógrafo de campo amplio con angiógrafo portátil. «Logramos que el niño pueda beneficiarse de la tecnología que actualmente disponen los adultos porque con este aparato se pueden hacer las exploraciones del ojo sin tener en cuenta la edad o la colaboración del paciente», apuntó González.

Además, dado el carácter portátil del aparato, los especialistas pueden desplazarse para hacer la prueba «a la cabecera de la cama del niño o al propio quirófano», precisó. Con el nuevo retinógrafo, los oftalmólogos pueden examinar un campo de hasta 90-100 grados de toda la concavidad del ojo y obtener estudios fotográficos de la retina y de los vasos para diagnosticar cualquier lesión retiniana y poder comparar de forma objetiva la evolución del tratamiento.

NUEVA PRUEBA

Para la especialista, la adquisición de este material «ha sido una apuesta importantísima de la Administración por la Oftalmología Pediátrica», dijo. «Ahora, el Infantil, centro de referencia pediátrica, cuenta con una tecnología que no solo nos equipara al nivel de otras comunidades sino que avanzamos más, porque el aparato que hemos adquirido nos va a permitir disponer de la tomografía de coherencia óptica», añadió.

Esta es una prueba que permite obtener imágenes de la retina y del nervio óptico con una altísima resolución sin apenas molestar al paciente, que solo debe sentarse frente al aparato durante segundos mientras se le realiza un escáner (sin radiación) de su ojo. La prueba, que ya se aplica en adultos desde hace años, está en la última fase de trámites para su uso en niños.