Al contrario que hace una semana, las Urgencias del hospital Miguel Servet de Zaragoza vivieron ayer una nueva jornada tranquila, sin el colapso sufrido en los últimos días. En todo caso, el Salud mantiene abiertas todas las estancias --tanto plantas como las tres salas de observación--. Esta medida, junto a la derivación de pacientes a otros centros hospitalarios de la capital aragonesa, como San Juan de Dios, Militar o el propio Clínico Lozano Blesa, la agilización de las altas y el aplazamiento de operaciones que requerían ingreso para liberar camas y destinarlas a Urgencias, habrían contribuido decisivamente a mejorar la situación. La tranquilidad se instala en pleno apogeo de la epidemia de gripe. De hecho, las autoridades consideran que ya se ha alcanzado el pico máximo de incidencia tras rebasar, la pasada semana, el umbral epidémico.