El servicio del bus nocturno --los llamados búhos-- son deficitarios y tienen muy pocos usuarios. De hecho, cada vez son menos los que optan por volver a casa de noche en autobús. El año pasado se perdieron alrededor de 6.000 viajeros. En todo el 2015 este servicio acumuló 118.338 pasajeros de los 87,9 millones de viajeros totales del bus urbano.

Son los datos que arroja el último informe de Movilidad en el que se analizan diferentes alternativas en las que reinvertir el remanente que ha dejado la huelga del bus en concepto de kilómetros no realizados y, por tanto, que no han tenido que ser abonados por el consistorio. Entre los temas a debatir se encuentra mejorar la cobertura de los búho.

Las siete líneas nocturnas prestan servicio durante los viernes, sábados y vísperas de festivos. Durante el 2014, según la memoria anual, se recorrieron 126.422 kilómetros, generando un coste de 490.000 euros. El beneficio obtenido de la venta del billete ascendió a 113.500 euros, es decir, el déficit del servicio fue de 376.500 euros.

DEFICITARIO En el 2015, los usuarios disminuyeron hasta los 188.338, 6.000 menos que durante el 2014, cuando fueron 194.000. No es difícil deducir que el déficit fue todavía mayor.

Ante las propuestas de incrementar la cobertura horaria de los búho, los técnicos municipales concluyen que, con estos datos y la incertidumbre de que aumente la demanda, el coste "sería desproporcionado" para el beneficio social que pudiera producir tanto en el número como en la población atendida.

Tampoco se muestran proclives a disminuir la frecuencia en el servicio ordinario, como han reclamado en reiteradas ocasiones los usuarios del bus, sobre todo de determinadas líneas. Según los técnicos, salvo las líneas 24 y 42, no es necesario ampliar la cobertura horaria en la red del transporte.

En cambio, sí que proponen que algunos servicios como las lanzaderas modifiquen su horario de inicio y comiencen más tarde en sus primeras salidas, ya que el número de usuarios es mínimo y en algunos casos nulo. Es el caso de las rutas del 57, el 58 o el 59 que a primera hora de mañana no transportan a ningún pasajero. En el frente opuesto se encuentra la línea 39, que a las 05.51 de la mañana ya es utilizada por una media de 63 usuarios, o la Ci2, con 68 a las 06.10 horas.

Tampoco consideran necesario aumentar la dotación en las líneas de baja frecuencia. Estas corresponden a las que conectan los barrios rurales de Montañana y Peñaflor (28); la de Juslibol a María Zambrano (43) y las conexiones de La Fuente de la Junquera y Arcosur con el tranvía mediante los autobuses 58 y 59, respectivamente.