Las consecuencias de la huelga del transporte público más larga de la historia, cuatro meses, todavía se siguen notando en el servicio. Los más de 60.000 viajeros diarios que decidieron buscarse una alternativa para moverse por la ciudad se mantiene recelosos tras cambiar sus hábitos. Por ahora, y tres meses después del fin de los paros, se ha recuperado el 15% de los usuarios perdidos. La diferencia de pasajeros entre el 2015 y el 2016 durante el mes de junio es de un 5%, de 7,7 millones que eligió viajar en bus el año pasado, este se ha reducido a 7,3.

La concejala de Movilidad, Teresa Artigas, explicó que con la nueva campaña de comunicación realizada y la aplicación del ajuste en las frecuencias que se está diseñando se logrará reducir al mínimo la diferencia.

Durante mes de marzo la pérdida de usuarios alcanzó el 21%, es decir, 6,3 millones, frente a los 8 del mismo mes del ejercicio anterior. En abril la diferencia se redujo notablemente hasta el 12%. Si en el 2015 se contabilizaron 7,8 pasajeros durante este mes, este año fueron 6,8. En mayo, fue del 8,5%. De los 8 millones del 2015 se pasó a 7,3 este año.

Uno de los problemas a los que se enfrentaba el consistorio era el cambio de hábito de los zaragozanos para trasladarse de un sitio a otro. Por ejemplo, el uso de la bicicleta aumentó considerablemente durante los meses de paros.

Entre los incentivos que diseño el consistorio para mantener la fidelidad de los usuarios destacó la compensación de los abonos. Esta medida se engloba en la promesa de reinvertir los 3 millones de remanente que originó la huelga. Por ahora, 10.556 personas han pasado por las oficinas de atención al cliente para recuperar la parte proporcional de sus títulos. Esto supone que se han devuelto 204.138 días. Artigas informó que se prevé un repunte de peticiones en septiembre.

La concejala de Movilidad anunció que la próxima línea que mejorará su frecuencia será la 32, que da servicio a Santa Isabel y a la avenida Cataluña. Uno de los acuerdos adoptados por el equipo de Gobierno durante los paros fue la creación de una comisión integrada por Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZSA), el comité de empresa y los técnicos municipales para mejorar las frecuencias del servicio.

Precisamente la impuntualidad del servicio centra el grueso de las quejas de los usuarios del bus.