«Hasta aquí hemos llegado», zanjó ayer el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, al anunciar que, en diciembre, la DGT impondrá unos servicios mínimos del 50% en la huelga de examinadores del carnet de conducir que se prolonga ya desde hace cinco meses. Una medida que achaca a haber llevado «al límite» la negociación con el colectivo, al que achaca una nula voluntad de negociación. La medida se impondrá en 22 de las Jefaturas Provinciales con mayor seguimiento de la huelga.

Entre ellas, a priori, estarían al menos Teruel y Zaragoza, donde dos de sus tres y 12 de sus 14 profesionales, respectivamente, están secundando la huelga de lunes a miércoles, según fuentes de la asociación Asextra. Los paros han cancelado unos 7.000 exámenes desde junio en Aragón.

Estas indicaron que, en principio, la Dirección General de Tráfico no está legitimada para imponer servicios mínimos en la huelga de diciembre, porque esta aún no está oficialmente convocada, ya que la deciden mes a mes. Por el momento los servicios jurídicos de la asociación, a nivel nacional, está estudiando si los impugnan, una vez convocada la huelga e impuestos los servicios.

Serrano anunció además que en los próximos meses se van a incorporar nuevos efectivos a nivel nacional (22 para diciembre, unos 122 para el próximo verano), lo que también contribuirá a paliar los efectos de los paros.

El director general considera que las ofertas que han planteado ante la imposibilidad de pagar el prometido plus de 25 euros son «razonables», pero no han sido escuchadas.