El ciclo Charlas con Valor de Mari Cruz Soriano inició el 2015 con fuerza en los salones del Hotel Reino de Aragón para escuchar al escritor Javier Sierra, turolense universal, superventas de lo oculto... Maestro de cómo mantener a un auditorio pegado a la silla pidiendo más puertas al misterio. A la llamada de la periodista y de Federico Tartón y Raúl Marqueta, responsables de Telefónica y La Caixa en la comunidad, y patrocinadores del ciclo junto al hotel, acudieron fieles como el presidente de la Real de Bellas Artes de San Luis, Domingo Buesa, la cupletista Corita Viamonte, Chema Marco, consejero delegado de Orús, el asesor de Alcaldía Luis Alberto Laguna, la responsable de relaciones institucionales del Monasterio de Piedra, Ángela Herreruela, el empresario Fernando Muñoz y el vicepresidente del PAR, Alfredo Boné, turolense como Sierra.

El escritor de La pirámide inmortal, comenzó dibujando trazos biográficos en su Teruel natal, donde con seis años hizo pinitos como gacetista de Castralvo, antes de ser adolescente fancinero y radiofónico con su programa Peques Superpop. Quizás con 16 años fue el integrante más joven de la prestigiosa y americanísima Mutual Ufo Network, institución de los avistamientos ovni, posiblemente motivado por haber presenciado ese verano en Montserrat cómo la noche celeste se abrió de intenso blanco con chispas naranjas. Y así, decenas de historias desgranadas ante nuestros asombros, como la que relató en la comida anterior a la charla , aquella casualidad causal por la que es hijo adoptivo de Agreda al difundir internacionalmente la localidad soriana, por ser talismán de su Dama Azul, su inquietante investigación de Sor María Jesús.

El olfato periodístico de Mari Cruz Soriano contribuyó a que Sierra embrujara con sus relatos retransmitidos por la emisora 4G. El alcalde Belloch se acercó a saludar a este mago del enigma. De turolense a turolense. Incluso le confesó que el día en que Amstrong pisó la Luna, sus padres se conocieron en flechazo estival en Rosas, otra fecha con significado sideral y fascinante como este turolense único.