Paralelamente a la investigación sobre los movimientos económicos de la parroquia de Borja, los agentes de la Guardia Civil siguen investigando unas fotografías de felaciones, de protagonistas desconocidos, que encontraron en uno de los móviles del clan Zapato Veloz requisados en la operación. No ha trascendido si han podido determinar la identidad de quienes aparecen en las imágenes. En un primer momento, los agentes intuían su relación con el delito contra la libertad sexual por el que fue imputado, a raíz de las acusaciones de uno de uno de los testigos, que posteriormente se retractó. La jueza sobreseyó provisionalmente esta rama del caso ante la falta de pruebas. Además del cura están imputados cinco componentes del clan Zapato Veloz, a los que desde la investigación del instituto armado se les atribuyen delitos de extorsión, pertenencia a banda organizada y blanqueo de capitales por sus presuntos actos hacia el cura.