El jurado popular comenzará a deliberar hoy sobre el destino de Faustino Sarroca, autor confeso del asesinato de su mujer, Rosario Roche, y del intento en el caso de sus hijos, en mayo del 2016 en su casa de Santa Isabel. Lo hará, eso sí, sin la amenaza de cadena perpetua (prisión permanente revisable, en terminología oficial), al haber retirado sus hijos, como acusación particular, esta posibilidad.

Aún así, afronta una petición por parte de la Fiscalía de 58 años de prisión: 23 por el asesinato de su mujer, 25 por el intento de matar a uno de sus hijos (agravado por el hecho de padecer una fuerte discapacidad intelectual) y 10 por el segundo de sus vástagos.

La defensa, a cargo de la penalista Olga Oseira Abril, intentará que el veredicto del jurado popular limite las penas a 20 años, 10 por el crimen consumado y cinco por cada tentativa. Considera que han de aplicarse las atenuantes de reparación del daño, por haber depositado el hombre 30.000 de los 100.000 euros de indemnización (también ha sido rebajada) y la de alteración mental transitoria. Sarroca, anteayer, admitió todos los hechos, explicando que no había visto salida a la situación, a sus 74 años, con su mujer enferma de cáncer y su hijo discapacitado. Aunque tras atacarles a ambos en su casa, llamó a otro hijo y le emboscó, echándole lejía a la cara, antes de golpearle con la maza de albañil, como a los otros dos.

Las atenuantes serán, en realidad, de lo poco que tendrá que decidir el jurado, al haber admitido los hechos el acusado. Una confesión que, según ha dictaminado el Supremo, podría haber permitido disolver el jurado y dictar sentencia directamente, pero la Fiscalía consideró que era necesario continuar. Ayer testificaron los policías. No se puede precisar qué dijeron, ya que a la prensa le volvió a ser prohibido el acceso a la sala.