Las mujeres aragoneses tratadas con Esmya, un medicamento utilizado tras operaciones de miomas uterinos, no sufren daño alguno. Así lo han certificado todas las pruebas realizadas hasta ahora tanto desde Atención Primaria como desde la especialidad de Ginecología y que fueron impuestas desde el ministerio como parte del protocolo establecido para determinar posibles afecciones de este medicamento.

Cuando están a punto de completarse todos los exámenes -algo que se producirá a finales de mes-, no se han detectado daños hepáticos ni efectos secundarios. Así lo aseguran los profesionales sanitarios encargados de llevar a cabo las pruebas. Es el caso de Sira Repollés, profesional del hospital Clínico de Zaragoza, que ha llevado a cabo la analítica sobre 35 mujeres tratadas con Esmya en el centro de especialidades Inocencio Jiménez. Y lo mismo ha sucedido con el resto de centros sanitarios.

Numerosas mujeres habían dejado, incluso, de tomar el fármaco, a pesar de que el protocolo incluía completar los tratamientos y solo suspenderlos en caso de que los valores de transaminasas superaran dos veces el valor superior normal, suspender el tratamiento. Sanidad instó además a los médicos a informar a las pacientes sobre los posibles síntomas de daño hepático.

Según indicaron desde el Departamento de Sanidad, 422 aragonesas están sometidos a vigilancia para controlar los posibles daños del Esmya, de la farmacéutica Gedeon Richter. Sin embargo, esta cifra podría corresponder a mujeres que han tomado este medicamento en los útimos meses. Las que lo estarían haciendo en el momento en que se produjo la alerta podrían ser alrededor de 150, según indican los profesionales.

El fármaco Esmya está indicado para el tratamiento preoperatorio de los síntomas moderados y graves de miomas uterinos en mujeres adultas en edad reproductiva.