La ermita de San Antonio Abad, en Híjar, se sumó ayer a la lista de Bienes de Interés Cultural (BIC) gracias a las recientes las excavaciones arqueológicas en el interior del templo, en las que se han descubierto elementos originarios de una sinagoga, afianzan la hipótesis de que este edificio fue con anterioridad el templo judío del municipio. Esta declaración, publicada ayer por el Gobierno de Aragón, se suma a la del conjunto urbano y su trazado sefardí, reconocido desde el 2002.

San Antonio es una construcción sencilla de estilo mudéjar levantada a inicios del siglo XV. Entre otros documentos, existe un texto de 1517 en la que ya se define como sinagoga y como lugar de culto. Los investigadores creen que este templo medieval habría tenido su acceso por la fachada opuesta a la que emplea en la actualidad desde la plaza de San Antón.

Por otro lado, la DGA anunció ayer que ya han comenzado los trámites para reconocer con esta categoría de protección un elemento olvidado de arquitectura industrial en el barrio zaragozano de Montañana.

Por el momento será la antigua vivienda del director de la fábrica papelera la que logre esta categoría. El inmueble es un ejemplo destacado de la la arquitectura eclecticista de principios del siglo XX.