CCOO, UGT y OSTA han denunciado hoy, Día Mundial del Turismo, la situación del convenio de la hostelería de la provincia de Zaragoza y su lucha por conseguir un incremento salarial digno acorde con los beneficios que están obteniendo los empresarios del sector, en lo que llaman "La cara B del turismo".

En una rueda de prensa conjunta de las tres fuerzas sindicales han manifestado que los objetivos que se marcan son contra la externalización, el control de los contratos de formación y el aumento de los salarios.

Además han criticado, según informan los sindicatos en una nota de prensa, la negativa de la patronal a regular la situación de las camareras de piso, mientras que valoran su buena disposición a erradicar la vivienda ilegal de algunos trabajadores del sector y la vigilancia de las panaderías con degustación que habilitan cafeterías para los clientes.

Han informado de que este año han visitado Aragón 1.828.766 turistas con un total de 3.614.872 pernoctaciones, lo que supone un aumento sobre los 1.634.213 turistas y 3.155.255 pernoctaciones del año anterior, algo que, sin embargo, "no se traslada a los trabajadores del sector".

En materia contractual, a pesar de que crece el número de visitantes, el empleo apenas solo ha aumentado un 2,5%, y continúa la precariedad laboral, los salarios bajos y el incremento extenuante de las jornadas laborales.

También han incidido en que "muchos trabajadores del sector turístico aragonés superan las horas por las que fueron contratados (contratos de 15 horas que se convierten en 40), o lo que es peor trabajan sin contrato. Pasan a cobrar de 900 a 650 euros haciendo lo mismo en el mismo centro de trabajo y les pagan en algunos casos 50 céntimos por una cama supletoria".

La campaña "La cara B del turismo", es una iniciativa de CCOO y UGT que pretender informar y concienciar a la ciudadanía sobre la penosa situación laboral que atraviesan muchos de los trabajadores del sector.

Los sindicatos critican con dureza a las empresas multiservicios que amparadas por la legislación laboral, degradan las condiciones laborales de las personas a las que subcontratan y ponen como ejemplo a las camareras de piso dado que "el 20% de estas profesionales cobran el Salario Mínimo Interprofesional".